Junta directiva del Ibal autorizó a Girón endeudar la empresa por otros $40.000 millones
En una decisión de trámite y esperada, la junta directiva del Ibal autorizó al gerente del Ibal, Alberto Girón, para que emprenda un nuevo proceso de endeudamiento de la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado hasta por $40.000 millones.
Este era un requisito formal que debía cumplir Girón para legalizar la negociación que inició hace una semana con los directivos del Banco Davivienda en Bogotá. (Ver: Alcalde de Ibagué anuncia nuevo crédito para ofrecerles agua a los habitantes del sur de la ciudad)
Con estos recursos, que inicialmente iban a ser destinados para la construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales, ahora pretenden ejecutar las obras necesarias que permitan abastecer de agua potable a los habitantes del sur de la ciudad y así contener las reclamaciones de esa población. (Ver: Acta del Ibal deja al descubierto presunta improvisación con crédito de $40.000 millones)
Según Girón, “todos los indicadores financieros de la empresa son muy saludables. La empresa está en un muy buen estado financiero que permite, aun así, financiar apalancar otros $40.000 millones”.
Asimismo, advirtió que esta nueva inversión se ejecutará de manera “responsable y planificada”, pese a que varias de las obras que ha ejecutado su administración han resultado con muchos inconvenientes, como por ejemplo el acueducto de la quebrada Cay. (Ver: Acueducto de Cay: ¿una obra mal hecha?)
“Lo vamos a hacer de manera responsable y planificada, con el propósito de hacer estas inversiones que le van a servir a la ciudad (…) esa plata se va a invertir absolutamente en proyectos definitivos y trascendentales para que Ibagué, en todos sus barrios, incluyendo los barrios del sur, tengan agua en cantidad, calidad y continuidad en los próximos 50 años”, concluyó Girón.
Las declaraciones sobre la aprobación del empréstito por parte de la junta directiva del Ibal las entregó a la oficina de prensa del Ibal, puesto que el polémico funcionario evita las entrevistas con los periodistas que cuestionan su sospechosa gestión contractual. (Ver: El lujoso estilo de vida del gerente del Ibal, Alberto Girón)