Viviendo sabroso: así derrocha Brian Bulla el dinero de los comerciantes de Ibagué
Razón tenía el presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Ibagué, Brian Bazín Bulla, para ocultar los extractos de la tarjeta de crédito de la entidad, sus viáticos y sus costosos desplazamientos por Colombia y el mundo.
Bulla se negó a entregar la información requerida por EL OLFATO argumentando que afectaba “la intimidad” de la institución.
Sin embargo, EL OLFATO tuvo acceso a un paquete de documentos oficiales que prueban el derroche de dinero y los millonarios gustos del cuestionado dirigente gremial, quien hace lo que le parece con los recursos que capta la entidad a través de sus afiliados y los convenios que celebra con la Alcaldía de Ibagué y la Gobernación del Tolima, entre otras entidades.
Bulla no solo tiene uno de los salarios más altos de la ciudad, que supera los $22.000.000 mensuales, sino que tiene asignada una tarjeta de crédito para consumir bebidas embriagantes, langostinos y hasta ceviches eróticos.
Prueba de ello es la factura electrónica FE1226, emitida por el restaurante Mistura, de Medellín, en donde estuvo almorzando al inicio de este año.
Brian Bulla viajó a un evento de Inexmoda, acompañado por una delegación de empresarios del sector textil, entre el 24 y el 26 de enero.
El día del cierre del certamen, el presidente de la Cámara de Comercio se fue a almorzar con un pequeño grupo de acompañantes y escogió uno de los restaurantes más exclusivos de la zona rosa de la capital antioqueña: Provenza.
Allí, haciendo gala de su amplitud y amabilidad, les dijo a los comensales que ordenaran lo que quisieran. Y lo hizo porque la cuenta no la cancelaría con recursos propios, sino con la tarjeta de la Cámara de Comercio de Ibagué que pagan los comerciantes afiliados a la entidad.
En las casi dos horas que estuvieron en Mistura, el señor Bulla y sus invitados consumieron 14 cervezas, la mayoría importadas, cuyo precio era de $14.352.
Hubo entradas como tacos de salmón, a $36.944, y un ceviche erotismo, de $42.500, entre otros.
Luego, al momento de escoger los platos fuertes, Bulla y sus acompañantes pidieron: dos pulpos a la brasa, cada uno a $73.781; unos langostinos mestizos, a $48.981; un steak pimienta, a $55.463; un pollo coreano, a $41.574; y dos salmones blanc, por $58.241, la unidad.
Cerca de las 2:00 de la tarde de ese jueves 26 de enero, el generoso presidente de la Cámara de Comercio de Ibagué pidió la cuenta y pagó el almuerzo.
Ese almuerzo les costó a los comerciantes de Ibagué: $1.742.241, con la propina incluida, que fue de $147.648.
Esta factura es solo una prueba de lo que está haciendo el presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Ibagué, Brian Bulla, quien tiene en sus manos un presupuesto anual de $12.000 millones, de los cuales dispone de $271 millones para costear viajes y un rubro denominado “diversos” por $353 millones.
Todo ese dinero está siendo administrado de manera secreta, con la complacencia de una junta directiva que estaría comprada con paseos, invitaciones, puestos y favores, según han denunciado Tania Sierra y Juan Pablo Sánchez, quienes hicieron parte de esta desdibujada entidad.
“Lo que está pasando en la Cámara de Comercio de Ibagué es una completa vagabundería. Están despilfarrando la plata de todos, por eso hay tantos viajes por Colombia y el exterior, y Brian sabe muy bien comprar silencios y complicidades. Si se filtraran los extractos de la tarjeta de crédito, la ciudadanía quedaría impactada”, dijo una fuente de la Cámara de Comercio que pidió mantener su nombre bajo reserva.
Las fuentes consultadas por esta redacción aseguran que el nivel de indelicadeza del presidente Bulla es de tal magnitud que modificó los reglamentos internos para poder costear su buena vida con los recursos de la Cámara de Comercio de Ibagué.
Antes de su llegada, la entidad tenía prohibido el pago de bebidas embriagantes y otros gastos suntuosos con las tarjetas oficiales de la entidad.
“Por ejemplo, el expresidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Ibagué Luis Alfredo Huertas era un hombre muy honesto y tenía prohibido esas cosas. Si él salía a un viaje o a un restaurante con los demás miembros de su junta, y querían beber, cada uno pagaba con sus recursos propios. Él daba ejemplo y cuidaba el dinero de la entidad como si fuera suyo. Ahora no”, aseguró otra fuente.
Brian y su ley del embudo
En junio del año pasado, Brian Bulla expidió una norma para regular el uso de las tres tarjetas de crédito que tiene amparadas la Cámara de Comercio de Ibagué.
Los beneficiarios de esos plásticos son: el presidente ejecutivo, el líder de compras y el profesional encargado del área de comunicaciones.
Según la política interna, hay estrictos controles para los dos subalternos de Bulla, pero él sí tiene libertad absoluta para usar los recursos de la entidad a su antojo.
El líder de compras tiene estas obligaciones: “la tarjeta de crédito corporativa podrá ser utilizada para cancelar las compras de productos y/o servicios con previa autorización conforme a la delegación de autorizaciones suscrita en el manual de compras para la adquisición de productos y/o servicios”.
Por su parte, el encargado de la oficina de prensa puede hacer el siguiente uso: “la tarjeta de crédito corporativa será utilizada para cancelar necesidades de publicidad en medios (redes sociales) y pagos requeridos con recursos de convenios públicos suscritos por la CCI”.
Bulla, en cambio, se auto permitió costear con su tarjeta la buena vida que lleva hace cuatro años: “la tarjeta de crédito corporativa solamente podrá ser utilizada para cancelar los servicios de hospedaje, compra de tiquetes aéreos, restaurantes para realizar atenciones o atender reuniones de la entidad, que tengan como propósito alguno de los objetivos del plan anual de trabajo o del giro ordinario de funcionamiento. Así como las compras que la Presidencia Ejecutiva considere urgentes o necesarias”.
“Ese punto de atenciones en restaurantes o las compras que la Presidencia Ejecutiva considere es el boquete que está aprovechando para despilfarrar la plata que podría invertirse en programas que beneficien a los empresarios, a los comerciantes y a los emprendedores. Pero lamentablemente se la están ‘mecateando’ en trago y comida. Por eso es que la junta directiva no dice nada: porque tienen la boca llena”, comentó la fuente que filtró el paquete de documentos que iremos revelando en próximas entregas.
¿Quiénes integran la junta directiva que protege a Bulla?
Brian Bulla sabe moverse bien, es versado en zalamería y sabe lidiar con una junta integrada en su mayoría por novatos.
“Esta junta es liviana, son personas de poca experiencia en asuntos gremiales y se dejan descrestar fácil por la chequera de Brian, por sus invitaciones y los anhelados viáticos. Solo hay dos, de los nueve, que no están tan entregados. Los demás guardan silencio y son permisivos”, aseguró la fuente.
La junta directiva está integrada así: Jaime Lizarralde, periodista y presidente de la junta; Luis Freddy Castañeda, vicepresidente; Miguel Fernando Castillo, propietario de la firma Sheffy; Nelson Ariel Ruge, empresario del sector logístico; Roberto Andrés Calderón Arango, del sector de la construcción; Jhon Fernando Peñaloza, propietario de Bisutería La Reina; Fernando González Ortiz, representante legal de Colchones Omega, e Iraide Guzmán Ospina, del sector transporte.
El noveno miembro era Dairo Castilla, delegado del Gobierno Nacional, quien renunció a esa dignidad y no ha sido reemplazado. Castilla denunció varios abusos de Brian Bulla y prefirió apartarse de la Cámara de Comercio de Ibagué.
La ausencia de ese nuevo integrante de la junta, en representación de la Presidencia de la República, podría estar favoreciendo a Bulla, afirmó Tania Sierra, otra exintegrante de la junta directiva de la CCI.
“Brian Bulla está en zona de confort porque tiene mayorías con seis miembros de la junta, que los maneja muy bien, y puede alimentarlos posiblemente con la chequera y cositas que allá saben dar”, expresó Sierra, quien denunció varios abusos de la actual administración, entre ellos, el megabono de $40.000.000 que recibió en el año 2020, en plena pandemia del COVID-19.
EL OLFATO buscó conocer la opinión de varios integrantes de la junta directiva de la Cámara de Comercio de Ibagué, a quienes se les remitió la siguiente pregunta: Como integrante de la junta de la Cámara de Comercio de Ibagué: ¿está de acuerdo con el pago de bebidas embriagantes y costosos platos en restaurantes exclusivos con los dineros de los comerciantes de la ciudad?
La mayoría guardó silencio y otros pidieron consultar al presidente de la junta Jaime Lizarralde, quien no entregó ninguna respuesta.