Aparece prueba que enreda a la alcaldesa de Ibagué por el origen de su fortuna exprés
El escándalo sobre la fortuna exprés adquirida por la alcaldesa de Ibagué, Johana Aranda, y su marido Juan Arturo Gutiérrez, tiene un nuevo y definitivo capítulo.
EL OLFATO tuvo acceso a un documento oficial que se convierte en la ficha clave de la investigación por un presunto enriquecimiento ilícito que enfrenta la pareja, que, en menos de un año, ha incrementado su patrimonio y adquirido un lujoso estilo de vida.
Recientemente, la señora Aranda dijo que había adquirido su casa con “el sudor de su frente”, refiriéndose a un inmueble ubicado en el exclusivo condominio Palma del Vergel, y justificó -sin mencionarla- la compra de una camioneta Mercedes Benz con los salarios que ha recibido durante 25 años como funcionaria pública. (Ver más: Una Mercedes Benz y una casa en El Vergel: las compras poco claras de alcaldesa de Ibagué)
“A mí no me pagaron con crispetas ni con pepitas”, subrayó la mandataria en una entrevista concedida a varios medios locales.
Sin embargo, ni la casa que ella menciona como suya ni el vehículo de alta gama que compró para la movilización de su esposo aparecen reportados en la declaración de Bienes y Rentas que presentó ante el Departamento Administrativo para la Función Pública, documento que la alcaldesa firmó el primero de enero de este año, bajo la gravedad de juramento.
Este formato, de dos páginas, deja al descubierto que, al momento de su posesión, Aranda ingresó con los bienes e ingresos que reporta normalmente un funcionario público en una ciudad intermedia como Ibagué.
Los salarios y las propiedades descritas en su declaración juramentada se ajustan con la economía doméstica de un empleado oficial promedio, pero dista mucho de la realidad que hoy exhiben los esposos Gutiérrez Aranda, conocidos como los ‘nuevos ricos’ de Ibagué.
La declaración juramentada de Bienes y Rentas pretende precisamente detectar posibles incrementos injustificados del patrimonio económico de un empleado público, como presuntamente habría ocurrido en este caso.
¿Con qué llegó la alcaldesa de Ibagué a su cargo?
Johana Aranda le reportó al Estado colombiano que sus ingresos y rentas correspondientes al “último año gravable” fueron de: $151.722.967 por concepto de salarios e ingresos laborales. Esto significa que su salario bordeaba los $12.500.000.
Dijo que tenía $39.217.196 en cesantías y 215.039 en “otros ingresos”. Asimismo, informó que en su cuenta de ahorro tenía un saldo de $32.617, en el Fondo Nacional del Ahorro (FNA) $138.476 y en efectivo $100.000.000.
En el ítem de bienes, la alcaldesa manifestó que inmuebles de su casa costaban $20.000.000, que tiene un automóvil Ford Fiesta avaluado en $35.000.000, un apartamento de $280.000.000 y equipos de cómputo y comunicaciones por $17.000.000.
Por último, en las acreencias, aseguró que tenía dos compromisos por $63.166.841. Dijo que debía $60.751.831 a la entidad Bayport Colombia S.A. y a la caja de compensación familiar Comfatolima $2.425.010.
No reportó ni su casa en El Vergel ni la Mercedes Benz
Resulta llamativo que la alcaldesa Johana Aranda, quien se mostró muy tranquila sobre el origen de sus bienes, no incluyó la adquisición de la camioneta Mercedes Benz, GLE 450 híbrida, modelo 2020 y avaluada en cerca de $300 millones.
Según el certificado expedido por el Registro Único Nacional de Tránsito (RUNT), Aranda es propietaria del vehículo de alta gama desde el 27 de noviembre del año 2023.
Sin embargo, no la relacionó en el formato exigido por el Departamento Administrativo de la Función Pública.
“Si es cierta la versión que ella viene entregando a sus inmediatos colaboradores, que supuestamente la camioneta es fiada, debió haber relacionado la deuda en la declaración, pero tampoco”, dijo un reconocido contador público consultado por EL OLFATO.
Y de su casa, adquirida con un mega descuento de casi el 50 %, tampoco aparece por ningún rastro de la transacción, pese a que en el formulario registró la dirección como su sitio de residencia.
Esa propiedad, que fue comprada en una misteriosa operación con el exalcalde Jesús María Botero, se hizo a través de un supuesto leasing habitacional con Davivienda, pero, la que le pagaría las cuotas sería doña Alba Esther Ramírez, la suegra de la mandataria.
En esa transacción surgen demasiados interrogantes: ¿Por qué un hábil empresario como Jesús María Botero vendería su casa por mucho menos que el precio del mercado? ¿Por qué Johana Aranda no tramitó el leasing a su nombre si cumple con todos los requisitos para acceder a él? ¿Cuál es el negocio con su suegra para que ella aparezca en la operación? ¿Por qué doña Alba Esther le entregó $130.000.000 en efectivo a ‘Chucho’ Botero para la casa de su nuera? ¿Montaron un plan para evadir impuestos y ocultar la adquisición de esta casa?
Con una economía tan ‘normalita’, de dónde salió el dinero para la campaña a la Alcaldía de Ibagué
La declaración de Bienes y Rentas también deja en evidencia que Johana Aranda no contaba con el dinero que invirtió en la pasada campaña a la Alcaldía de Ibagué y que, según expertos en asuntos electorales, superó los $6.000 millones.
En los reportes presentados al Consejo Nacional Electoral (CNE), el año pasado, ella, su esposo Juan Arturo y su suegra Alba Esther Ramírez aportaron $200.000.000.
La señora Ramírez giró $100.000.000, Johana $50.000.000 y Juan Arturo otros $50.000.000. Lo extraño es que la pareja estaba sin trabajo desde julio del año 2022 y ninguno de los dos tiene empresas o ingresos adicionales.
Por último, es necesario decir que, un mes después de estas publicaciones, la alcaldesa de Ibagué, Johana Aranda, no ha entregado ninguna explicación seria y soportada.