Informalidad laboral e incertidumbre pensional, problemática por atender
Hay que trabajar para vivir y no vivir para trabajar. Esta premisa es fundamental para entender que un trabajo digno debe garantizarle al ciudadano el acceso al sistema contributivo de salud, cotizar pensión para una vejez digna, aportar a las cajas de compensación familiar y acceder a los servicios de recreación, educación y vivienda, entre otros. Esto es un mínimo para garantizar dignidad laboral.
Y es que las cifras preocupan. De acuerdo con el informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, sobre el mercado laboral publicado el pasado 28 de febrero se indica que la informalidad en Ibagué en el trimestre móvil noviembre 2018-enero 2019, fue del 54,5%, dato superior en comparación con la proporción de las 23 capitales y áreas metropolitanas del país, en donde se situó en el 47,7 %.
La relevancia de estas estadísticas radican en el impacto social que generan. Por ejemplo, de los 22 millones de colombianos ocupados, apenas 7,8 millones están aportando al sistema de seguridad pensional, ¿qué va a pasar con los otros 14 millones de colombianos cuando lleguen a la vejez? ¿Con qué presupuesto vamos a garantizar sus ingresos cuando estén en su edad de jubilación? Estas preguntas sustentan la urgencia de formalizar el mercado laboral, en un país cuya población se está evejeciendo más rápido, según los datos del último Censo y que fueron revelados en noviembre de 2018, por el director del Dane, Juan Daniel Oviedo.
Esta no es una tarea fácil porque requiere de una estrategia sostenida en el tiempo donde diferentes factores se articulen. Dentro de ellos se deben destacar los costos laborales del empleador para formalizar al empleado, y es que según Fedesarrollo, en su documento Informe Mensual del Mercado Laboral de 2018 , entre 20 naciones de América Latina y el Caribe, Colombia ocupa el segundo lugar, como el país en el que más cuesta formalizar a un trabajador que está en el mercado laboral. Otro factor es fortalecer la concertación para establecer el salario mínimo, porque este debe ser en consenso entre los gremios sindicales y el empresariado para salvaguardar el equilibrio de interés entre ambos.
Es aquí donde se hace necesaria la labor del Ministerio de Trabajo bajo el liderazgo de la jefe de la cartera Alicia Arango y su viceministro de Relaciones Laborales e Inspección, Carlos Alberto Baena, ya que en esta cartera descansa la estrategia de formalización laboral que logró en diciembre de 2018 fijar, y por consenso, el incremento del salario mínimo más alto en los últimos 25 años. También cabe destacar que en la ley de Financiamiento, aprobada en diciembre de la vigencia anterior, se busca reducir la presión fiscal para las empresas y de esta manera puedan asumir los costos de la formalización laboral.
Como senadora del partido político MIRA presenté junto a mi bancada, un paquete de propuestas al Plan Nacional de Desarrollo, PND, cuya discusión se inició esta semana en el Congreso de la República, direccionadas a mejorar las condiciones de los trabajadores colombianos. Son estas: Seguridad social de trabajadores dependientes que laboran por horas, ventanilla única de afiliación a seguridad social, creación de empresa en un día, conciliaciones para solucionar conflictos laborales entre empleado y empleador y cotización de extranjeros a seguridad social.
Como ibaguereña propiciaré prontamente un foro donde el ministerio del Trabajo se haga presente en la capital del Tolima y junto con sindicatos y empresarios podamos abordar esta problemática en nuestra ciudad y conjuntamente podamos revertir la situación de tantos miles de ibaguereños que están en la informalidad.