IBAL y constructor a la Fiscalía
Una pelea jurídica acaba de plantear el IBAL contra uno de los más reconocidos constructores de Ibagué e integrante de la veeduría ciudadana que vigila los procesos de contratación del acueducto complementario de la ciudad.
ELOLFATO.COM conoció que la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado (IBAL) denunció penalmente al constructor Luis Fernando Díaz por el presunto delito de defraudación de fluidos en un proyecto de apartamentos que adelanta para la Cooperativa Judicial del Tolima, Coopjudicial, en el barrio Departamental. El consumo superaría los 11 millones de pesos.
En el documento, radicado el pasado 2 de mayo, el gerente del IBAL, Carlos José Corral le dice a la Fiscalía: “Formulo denuncia penal por la presunta conducta punible de DEFRAUDACIÓN DE FLUIDOS, y demás que ustedes determinen, en virtud de las irregularidades presentadas en la construcción localizada en la calle 34 No 32-24/ Barrio Departamental de Ibagué”.
De acuerdo con la empresa de servicios públicos, el ingeniero Luis Fernando Díaz se habría conectado de manera ilegal a las redes del IBAL y consumió agua sin pagar. Otra cosa asegura el constructor. “Desde agosto del año pasado, le escribí al IBAL, tengo el radicado, en el que le pedí que me permitieran usar el agua y me cobraran. Soy ingeniero hace 40 años y, créame, yo no necesito robarme un litro de agua por amor a Dios”, afirmó Díaz.
La historia
Asegura el IBAL que el día 14 de abril de 2011, le concedió “Disponibilidad de Servicios Hidrosanitarios” al proyecto habitacional que lidera el ingeniero Luis Fernando Díaz. En ese documento, “se instó al constructor y/o propietario y/o urbanizador para que cumpliera con el respectivo trámite para obtener la matrícula temporal o provisional del suministro de agua para la construcción”.
De esta manera, la empresa podría instalar un micromedidor y registrar el consumo total del servicio utilizado. De acuerdo al cálculo del Grupo de Control de Pérdidas del IBAL, la obra habría consumido agua durante 8 meses y 16 días, y ese servicio se tasó en 11 millones 530 mil 453 pesos, “según liquidación efectuada por el área de cartera”.
El argumento de Díaz
El ingeniero Díaz dice que le parece “chistoso” que el IBAL lo esté demandando por consumir agua sin pagar y argumenta que desde el 22 de agosto del año pasado solicitó a la empresa que le instalaran el dispositivo de medición.
“Me parece chistoso. Chistoso porque en la semana del 21 al 27 de abril, estando yo en la obra, pasaba un funcionario del IBAL, con su uniforme del IBAL, y le dije que hacía mucho rato radicamos un documento al IBAL para que nos habilitaran el consumo de agua. Le dije, infórmele al IBAL que no me han llegado las facturas desde agosto que radiqué, y tengo el sello de recibido”, le contó el ingeniero a este medio de comunicación.
Y agregó: “Todo lo contrato ocurre en Enertolima. Yo radiqué la solicitud para que me instalaran el contador de energía y a la semana siguiente esa empresa me tiene instalado el contador de energía, pero en el IBAL pasan nueve meses y no pasa absolutamente nada. Yo no tengo la culpa de la negligencia absoluta y total de esa empresa”.
El IBAL en su denuncia aclara que el documento que radicó el constructor en agosto de 2013 correspondía “a un formato de solicitud de disponibilidad de servicios hidrosanitarios que ya había sido aprobado”.
“Aquí hay algo más”: constructor
Luis Fernando Díaz es uno de los ingenieros más reconocidos de la ciudad, incluso ha sido contratista del IBAL. Justamente, por conocer temas de la empresa se unió a la nueva veeduría ciudadana que integran exgerentes de la empresa como Alberto Girón, Jaime Corredor Arjona y líderes como Irania Hernández y Camilo González Pacheco. Estas personas fiscalizan el polémico proceso del acueducto complementario.
Para él, la demanda de la empresa tiene relación con su papel de veedor. “Alguna razón tendrán allá en el IBAL para hacer lo que hicieron, pero listo, aquí estamos. Indudablemente quieren dañar la imagen de la gente honorable y trabajadora, de la gente que sí trabaja por la ciudad de Ibagué”.