Tras irregularidades en su captura dejaron en libertad a conductor del Jeep rojo en Ibagué
Al parecer, los uniformados no le leyeron los derechos, lo llevaron a la Fiscalía y no sabían por cuales delitos lo habían detenido.
Escrito por: Yeison Andrés López Castañeda
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Jerónimo Escobar, de 22 años, no fue presentado ante un juez de control de garantías luego de protagonizar un violento episodio en las calles de Ibagué, el pasado domingo a bordo de un jeep rojo. A pesar de haber chocado varios vehículos, huido del lugar y utilizado un arma traumática, su captura fue declarada ilegal por presuntas irregularidades en el procedimiento policial.
Los hechos ocurrieron hacia las 7:00 de la mañana. Fue en el sector del Vergel, donde Escobar fue interceptado por uniformados aproximadamente a las 9:40 de la mañana. Sin embargo, fue presentado en la URI de la Fiscalía casi ocho horas después, hacia las 5:00 de la tarde, lo que constituye un incumplimiento de los tiempos legales establecidos para la legalización de captura.
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Según información conocida de forma extraoficial, al momento de ser detenido no se le leyeron sus derechos, y los policías que lo retuvieron no tenían claro por qué delito estaban capturándolo. Incluso, horas después, a la 1:00 de la tarde, los mismos uniformados habrían regresado a la URI para consultar con la Fiscalía cuál era el delito imputable. Ante esta evidente improvisación, se determinó que la captura no cumplía con los requisitos legales, y Escobar fue dejado en libertad.
No obstante, la Secretaría de Movilidad de Ibagué le impuso una multa superior a los 28 millones de pesos por incurrir en maniobras peligrosas, conducir en estado de embriaguez y otras infracciones graves al Código Nacional de Tránsito.
El caso ha generado indignación entre la ciudadanía y cuestionamientos sobre la preparación y diligencia de algunos agentes policiales en procedimientos de flagrancia. Aunque el joven no fue judicializado penalmente, el incidente abre un debate sobre la necesidad de fortalecer los protocolos de captura y el rigor legal en operativos de alto impacto público.
Mientras tanto, Jerónimo Escobar sigue libre. Y la pregunta que queda en el aire es: ¿quién responde por los daños causados y por el riesgo que corrieron otros ciudadanos esa mañana?