Trabajadores de Inavigor en Ibagué acusan a la empresa de mentiras, silencio, falta de pagos y liquidación
En una completa incertidumbre aseguraron estar los empleados de la empresa Inavigor de Ibagué tras declararse en bancarrota, luego de 31 años en funcionamiento. (Ver: Desaparece la empresa tolimense que fabricaba el tradicional ponqué Vigor y otros productos de panadería)
De acuerdo con los denunciantes, es un total misterio cuándo solucionarán sus problemas de hambre y salud pues la empresa no les ha entregado explicaciones sobre el pago de sueldos atrasados desde marzo, la liquidación, o la imposibilidad de acceder a servicios médicos, y hasta ahora ha guardado silencio. Este es su relato.
“Estamos aguantando hambre y algunos estamos enfermos. No nos han dado respuesta de nada. Nos deben sueldos atrasados desde marzo, liquidación, cesantías. Ni siquiera nos han entregado la carta de terminación de contrato”, dijo María Rodríguez, quien pidió ocultar su identidad por miedo a represalias.
Luego agregó: “estamos ‘amarrados’ porque no podemos pasar del régimen de salud contributivo al subsidiado pues aparecemos como activos en la empresa. Ellos no han hecho ese cambio y tampoco se han comunicado con nosotros”.
Así las cosas, en medio de la crisis y la incertidumbre, Rodríguez manifestó que se reunieron con un abogado de la Superintendencia de Sociedades que les prometió una pronta solución.
“El dueño, Marco Tulio Espinosa, nos envió a unas vacaciones colectivas. Luego nos reunimos en mayo con un abogado de la Superintendencia y nos dijo que diez días después enviaba un liquidador para darnos solución a todo lo que nos deben”.
Sin embargo, aseguró que pasó el tiempo y nada ocurrió, obligándolos a acudir a la Oficina del Trabajo.
“Hace casi un mes la empresa está cerrada totalmente. Decidimos ir a la Oficina del Trabajo para conocer cómo nos podían ayudar. Ellos citaron a Marco Tulio para que tuviéramos una reunión. Todos fuimos ese día, menos él”, relató.
“Entonces los funcionarios revisaron y se dieron cuenta que Inavigor no estaba todavía en liquidación, sino que seguía en un proceso de reorganización. Durante todos estos días nos habían dicho que supuestamente estaban en liquidación. Eso es mentira. Allá nos aconsejaron que consiguiéramos un abogado penal, porque podrían estar encubriéndose en la quiebra para no pagar la liquidación”, lamentó.
Conscientes de esa situación, comenzaron a presionar en los chats empresariales y a través de llamadas, pero -según indicaron– jamás les dieron respuesta.
“Comenzamos a preguntar por todo lo que nos deben, y a llamar, y a pedir explicaciones por las mentiras. En respuesta, ellos cambiaron los números de teléfono. Y resulta que hasta anteayer radicaron el documento en el cual declaraban la quiebra ante la Superintendencia”, concluyó.
EL OLFATO intentó comunicarse con la empresa para conocer su versión de los hechos y llamó al área de recursos humanos, allegados a Marco Tulio, el número de atención que figura en Google e incluso un vigilante (quien manifestó desconocer el número del gerente), pero todos ellos estaban fuera de línea.