Serias irregularidades en contrato de construcción de salones comunales en Ibagué
Una larga lista de irregularidades llevó a que un contrato para la construcción de salones comunales, que debía estar listo en cinco meses, terminara entregándose con casi tres años de retraso.
Así lo reveló un reciente informe de auditoría de la Contraloría Municipal al negocio celebrado por la Alcaldía de Ibagué y el contratista Jorge Iván Riaño Jaimes.
El principal cuestionamiento consiste en que a la obra, que fue contratada en el 2018 y liquidada en el 2021 por parte de Secretaría de Planeación, le faltó planeación.
Lo anterior se debe a que el Municipio contrató el proyecto por más de $500 millones sin los documentos legales para la ejecución del contrato, tales como la identificación plena de los predios a intervenir y el estudio de título de los inmuebles.
Situación que debió observarse antes de iniciar el proceso de selección para la construcción de los salones en el Jordán Sexta etapa, Bella Suiza, Santa Catalina II, San Luis Gonzaga y Miramar.
“De la misma forma, al analizarse [algunas] actas de suspensión (...) se evidencia que la ejecución del contrato fue paralizado por trámites internos que debían surtirse en la misma entidad, tal como la exoneración del impuesto y el trámite de licenciamiento”, mencionó el equipo auditor.
Aunque la Alcaldía se justificó diciendo que dichos trámites eran obligación del contratista, la Contraloría fue enfática en señalar que se trasladó esa obligación propia de la etapa de planeación a una etapa de ejecución, y como consecuencia de ello, se presentó un retraso de casi tres años.
Por si fuera poco, y como va siendo costumbre en los contratos de la Alcaldía, el mismo no contaba con una interventoría que advirtiera de posibles irregularidades. (Ver más: Falta de planeación y conocimiento habrían formado el caos de la Oficina de Catastro de Ibagué)
En su lugar, la supervisión quedó a cargo de la directora de Grupos Estratégicos de la Secretaría de Planeación, cuya gestión nunca se dejó ver.
“La Contraloría Municipal de Ibagué, evidencia una clara falta de gestión por parte de la Secretaría de Planeación en cuanto a la supervisión de las actividades ejecutadas en el contrato de la referencia”, señala el informe.
Lo que se hace notorio si se tiene en cuenta que, según el ente de control, hay una diferencia entre lo que se contrató y lo que finalmente terminó recibiendo la Administración de Andrés Hurtado en el año 2021.
“El supervisor recibió y autorizó el pago de cantidades de obra no ejecutada o construida y el Municipio de Ibagué reconoció y pagó al contratista mediante actas parciales”, puntualiza la Contraloría.
“Lo anterior demuestra una gestión fiscal ineficiente e inoportuna en el que además presenta deficiencias en la planeación, así como debilidades en las labores de supervisión, al no realizar un control efectivo, real y suficiente en la ejecución”, agregó.
Ejemplo de esto es la caseta comunal del Jordan IV etapa, en la cual habría un posible detrimento al evidenciar una mala calidad en el material impermeabilizante aplicado.
O los lavaplatos de acero inoxidable del salón multicultural San Luis Gonzaga, en el que existe una gran diferencia entre lo que se debía instalar y lo que se instaló finalmente.
Estos, entre otros inconvenientes, llevaron al ente de control a determinar que habría lugar a un posible detrimento patrimonial de casi $16 millones.
Aunque la Administración Municipal intentó justificar muchas de las observaciones - diciendo por ejemplo que no se contrató interventoría al ser un proyecto de bajo monto - la Contraloría estimó que las mismas no tenían mucho fundamento.
Motivo por el cual se dejó en firme cinco hallazgos administrativos y disciplinarios, al igual que uno penal y otro fiscal.