Sentí cuando el camión me pasó por las piernas luego de embestirme: ciclista de Ibagué
Para nadie es un secreto la dura realidad a la que se ven expuestos los ciclistas cuando salen a rodar por las calles, pues parece ser que muchos conductores aún siguen sin comprender que son personas quienes van pedaleando.
Esta vez la víctima es Ángela Castaño, una joven ciclista que fue arrollada fuertemente por un camión el pasado fin de semana en Ibagué. Este es su relato.
"Salí de mi casa más o menos a las 6:20 de la mañana. Me dirigía al Parque Deportivo para una rodada previa al Gran Fondo Ciudad Musical. Vivo en Metaima II y salí por El Papayo. Apenas pasé por la intersección para dirigirme a la Fiscalía, vi el camión adelante y al lado de él un ciclista", narró.
Con un nudo en la garganta, la mujer, de 25 años, recordó el momento exacto en el que vio su vida pasar ante sus ojos, como si se tratase de una película de terror.
"Había bastante espacio sobre el lado derecho. Rebasé al ciclista y pasé al camión. Luego de un resalto que hay, sentí que me embistió por detrás, salí hacia la parte de adelante de mi bicicleta, caí y cuando estaba en el suelo, sentí que las llantas del camión me pasaron sobre las dos piernas", lamentó.
En ese momento, atravesó por una crisis de ansiedad que le impidió identificar plenamente al conductor del vehículo, quien permanecía en el lugar.
"Sé que el muchacho del camión se quedó, pero en ningún momento lo identifiqué porque tampoco me ayudó. Yo solo estaba gritando y pidiendo auxilio", dijo.
Y agregó: "Otros compañeros ciclistas fueron quienes llamaron a una ambulancia. Me recogieron un tiempo después y me llevaron para la Clínica de Asotrauma. Allí estuvo él, pero cuando a mí me pidieron mi declaración, me enteré que dio una versión que no era".
La deportista fue valorada por un médico y el dictamen no fue nada alentador.
"Aparte de las raspaduras, tengo una fractura de tibia en el maléolo distal. En 15 días me revisan si es necesaria una cirugía", explicó.
Temor, miedo, tristeza...
Cuando hablamos de dolor solemos pensar en algo físico, sin darnos cuenta que el emocional es -en muchos casos- aún más difícil de tolerar.
"Nunca se me va a olvidar lo que sentí cuando él me embistió y que me pasara las llantas por encima de las piernas. Soy deportista y me iba muy bien. Hace cinco años soy ciclista urbana y hace dos lo practico como deporte", expresó entre lágrimas.
La joven, con sus ilusiones bien puestas, estaba preparándose para competir en el mes de octubre. Un sueño que vio marchitarse segundo a segundo.
"Me da mucho miedo pensar que de pronto más adelante no pueda salir a la calle y sentir temor, porque ese es el pan de cada día, que a uno le pasen los carros súper cerca", manifestó.
Pese a lo sucedido, el mensaje de Ángela para sus compañeros ciclistas es seguir rodando sin miedo.
"Empoderémonos de las vías porque somos actores viales y merecemos el mismo derecho. No tenemos por qué arrumarnos a un rincón de la vía para que nos respeten. Nosotros somos una vida y somos demasiados", aseveró.
Asimismo, invitó a los conductores a reflexionar y abrir sus ojos sobre el respeto que se debe tener hacia los ciclistas, ya que más allá que eso, siguen siendo personas.
"En la bicicleta va montada una vida, por favor sean responsables. A la hora de tomar el volante tiene que ser consciente de lo que acarrea eso", concluyó.