Seis minutos de angustia: el relato de una mujer que denunció acoso en una buseta de Ibagué
Seis minutos de angustia vivió Johana Fonseca, una mujer que habría sido víctima de acoso en la noche de ayer (jueves) en una buseta de transporte público de Ibagué.
Todo comenzó cuando el último pasajero que la acompañaba descendió, y el conductor –quien iba acompañado de un copiloto– no le permitió bajar por varios minutos. Al final, luego de varios gritos y golpes a la ventanilla, pudo salir y el hombre le dijo: “chao, mi amor”. Este es su relato.
“Mi rutina es todos los días tomar la ruta 82 y, por eso, sé con seguridad que ellos deben parar en un conjunto finalizando los últimos barrios de Modelia. Yo cogí la buseta ayer en la Quinta, iba muy llena. Como cualquier otro ciudadano, no me percaté de la placa o del conductor. Simplemente pagué y me senté”, indicó la mujer al informativo Tras la huella Tolima.
Y agregó: “Por los últimos barrios de Modelia, cerca a un paradero, el último pasajero que iba conmigo se bajó. Entonces cerraron las puertas y apagaron las luces. Yo creí que –por accidente– el conductor y el copiloto no me habían visto. Obviamente me levanté, comencé a timbrar, pero no quisieron parar. Me fui adelante, golpeé la ventanilla y tampoco paraban”.
Fue en ese momento cuando Johana comenzó a dudar y a percibir una escena sospechosa. Así que recurrió a los gritos y, en última instancia, al celular.
“Imaginarán la angustia mía porque no paraban. Empecé a gritar que por favor me dejaran bajar y, cuando saqué el celular para llamar a mi esposo, abrieron la puerta trasera”, relató.
Acto seguido, al dirigirse a la puerta, los hombres comenzaron a burlarse y –entre risas– le dijeron: "chao, mi amor".
"Cuando bajé, intenté leer la placa del bus, pero el mismo susto me lo impidió. Solo sé que la placa tiene un número 3. Todo eso ocurrió entre las 7:50 y las 7:56. Fueron seis minutos de muchísima angustia. Mi mayor miedo fue que algo me fueran a hacer", lamentó.
La mujer indicó que Jeison Morales, coordinador operativo de Sitsa, la llamó –tras publicar su denuncia en redes sociales– para ofrecer unas disculpas, pues esas conductas iban en contra de la ética de la empresa y se comprometió a buscar vía GPS a quien habría incurrido en esta conducta punible.