Ruidos excesivos y falta de autoridad: ciudadanos denuncian problemas en un bar del barrio El Jardín de Ibagué
Sin poder dormir. Así se encuentran algunos vecinos del barrio el Jardín de Ibagué, quienes de domingo a domingo tienen que convivir con el ruido de un bar ubicado frente a las canchas sintéticas ‘Los Naranjos’, en la calle 86 con carrera Tercera.
Los habitantes aseguran que, aunque el establecimiento funciona hasta las 12:00 de la noche por tratarse de un sector residencial, el ruido es intolerable y las autoridades brillan por su ausencia.
“Lo que es jueves, viernes, sábado y domingo (cuando hay puente o partidos) es impresionante el escándalo y la música. La gente sale del bar a manejar en carros y motos estando tomados y nadie hace nada”, explicó uno de los residentes de la Torre Maranta. Pero hay más.
Otro vecino del sector señaló que, al tratarse de un establecimiento reducido, las mesas se han tomado el andén aledaño (que forma parte del espacio público) y el lugar se ha vuelto un posible foco de contagios por las aglomeraciones.
“El bar ocupa todo el andén de la esquina, uno realmente no puede pasar por ahí. Toca por la calle y esa intersección es de alto flujo vehicular”, manifestó.
Y agregó: “como la gente está tomando, no usa el tapabocas y están muy cerca unos de otros. No hay controles de bioseguridad, no respetan el distanciamiento”.
Entre tanto, también señalaron que el problema más grave es la negligencia policial, pues los uniformados pasan por el lugar, hablan con una persona –aparentemente el encargado–, piden reducir el ruido y él solo lo hace temporalmente.
“Hemos llamado varias veces a la policía. Ellos pitan, un hombre sale, les ofrece una gaseosa, hablan y se van”.
Todos estos problemas han sido denunciados en meses anteriores ante la Personería Municipal, Espacio Público y Policía, pero los problemas de fondo no acaban: aunque las autoridades actúen, el ruido persiste al igual que la invasión del espacio público. Ya veremos por qué.
En un documento dirigido a la Curaduría Uno de Ibagué, manifestaron: "denuncia sin respuesta y sin acciones concretas por parte de las entidades encargadas, trasladándose responsabilidad de un departamento a otro sin tener claridad al final sobre quién vela por el derecho de los ciudadanos. El ruido se aumenta cada vez más. El riesgo auditivo, psicosocial y de salud se ve afectado. Traslado denuncia a curaduría y procuraduría.
Recibieron este oficio como respuesta en marzo de este año.
Sin embargo, la situación volvió a descontrolarse como se evidencia en las fotografías y el video enviados a esta redacción. Ante esto, los vecinos temen por un caso similar al presentado en Bosque Largo y sus establecimientos.
"La tranquilidad de las personas que vivimos en sectores residenciales se ve afectada de domingo a domingo, es como un martilleo constante", aseguró un denunciante.