Renta diaria en Ibagué: ¿un negocio que genera riesgos?
El alojamiento de renta diaria a través de plataformas como Airbnb o Booking toma cada vez más fuerza en el país, pues se convirtió en una fuente de ingresos para personas que han invertido sus recursos en finca raíz.
Sin embargo, su auge está generando conflictos en algunos conjuntos residenciales, porque los inquilinos y propietarios no comparten ese tipo de explotación comercial de inmuebles.
Incluso, los mismos administradores de edificios están acorralados porque no saben qué hacer ante la poca regulación existente para esta modalidad de alquiler.
En ciudades como Ibagué, que es frecuentada por turistas en diferentes temporadas del año, existen cerca de 500 apartamentos y casas disponibles para renta diaria. Situación que resulta preocupante porque los inmuebles son alquilados sin ningún filtro de seguridad.
Eso fue lo que pudo observar un periodista de esta redacción, quien ingresó a dichas plataformas y corroboró que los encargados no piden ningún tipo de documento, solo una identificación. De hecho, ni siquiera hay necesidad de entregar un depósito de dinero.
Asimismo, conoció que el cobro de la renta de los apartamentos puede ir desde $58.000 hasta $325.000, y están ubicados en zonas como La Samaria, la calle 60 y la carrera Quinta, en edificios reconocidos como M30. También se pueden hallar en casas, en barrios como Los Parrales.
Temor por inseguridad
El miedo de algunos inquilinos y propietarios de estos inmuebles radica en que nunca hay certeza de quiénes son las personas que los toman en alquiler. Incluso, según lo que creen, se puede tratar de delincuentes que aprovechan esta modalidad para cometer hurtos.
Y es que precisamente eso le pasó a un reconocido empresario local, quien fue víctima de un 'apartamentazo' en el Edificio Distrito 60, ubicado en la calle 60 con carrera Séptima de la ciudad.
Aunque el hecho hasta ahora se había mantenido en secreto, quiso divulgarlo para advertir a los ciudadanos, pues considera que, al arrendar de esta manera, se sacrifica la seguridad y se facilitan 'labores de inteligencia' a los delincuentes.
El empresario contó que todo ocurrió en noviembre del año 2019, cuando le hurtaron una suma gruesa de dinero y otros elementos.
Según relató, unas personas tomaron en alquiler un apartaestudio ubicado en el cuarto piso de la edificación por unos días. El acuerdo fue prorrogado durante dos semanas más y el pago fue por adelantado.
“Salgo de viaje. En ese momento creería que por los carros que yo manejaba, fueron de una vez poniéndole la vista al apartamento donde yo estuve”, contó el afectado.
Los ladrones entraron en dos vehículos al edificio, uno de ellos tomó la ropa del vigilante, a quien metió en un baño, mientras él se puso el uniforme.
A la edificación llegaron cerca de 10 personas que fueron obligadas a estar encerradas dentro del baño del apartaestudio, mientras los sujetos entre las 11:00 de la noche y las 4:00 de la madrugada, ingresaron por la parte superior del apartamento.
Las autoridades, al conocer el hurto, tomaron huellas, recopilaron los testimonios de quienes estuvieron retenidos y las grabaciones de las cámaras de seguridad.
La víctima reconoció que sí puso en conocimiento de las autoridades el hurto, no obstante, no denunció al propietario del apartamento, pues este arrendó por unos días para ganarse unos ‘pesos’ y no se vio involucrado en el robo.
Ante este hecho, el empresario indicó que esta situación le puede ocurrir a cualquier persona y en el país no existe un respaldo real sobre este riesgo inminente.
Asimismo, recordó que en la actualidad hay países que están implementando la compra de copropiedades dedicadas exclusivamente para este tipo de alojamiento por días.
Las víctimas no quieren denunciar
La coronel Liliana Rodríguez, comandante de la Policía Metropolitana de Ibagué, habló con EL OLFATO y precisó que no hay registros sobre este tipo de hurtos, pues los dueños de los apartamentos en su mayoría no denuncian, no informan, lo que imposibilita la investigación.
Según la oficial, hay que verificar a quiénes se les va a arrendar, “mirar por los diferentes sistemas básicos de información ciudadana si esa persona tiene o no antecedentes. Qué tipo de cuentas maneja, conocer dónde labora, hacer procesos de verificación y hasta pedir una fotografía”.
La comandante de la Metib recordó que, hace unas semanas, fue desarticulada una organización que alquilaba apartamentos por días, les hacían creer a sus víctimas que vivían allí y cometían un hurto. En este caso, despojaron de una motocicleta a un hombre.
La coronel Rodríguez señaló que son ciudadanos que utilizan una fachada y hacen su estructura económica para poder arrendar esos lugares, algunos costosos, a través de plataformas.
“Hacen el estudio de personas que están en los edificios y analizan esos factores de oportunidad, que les permiten ingresar a otros apartamentos del conjunto y en ocasiones se ganan a los vigilantes para poder hurtar elementos de valor. O citar a sus víctimas para ver el apartamento para arrendar y hurtar celulares”, dijo Rodríguez.
Entre tanto, señaló que poco antes de llegar a dirigir la Metropolitana sucedieron varios ‘apartamentazos’ en Ibagué y estos casos siguen en investigación.
“Estamos pendientes de sostener una reunión con la Superintendencia de Sociedades, precisamente para evaluar a las empresas de vigilancia y la responsabilidad que tienen en la prestación de ese servicio en el manejo de la información y el comprometimiento en esas acciones delictivas por parte de los funcionarios de esas empresas”, finalizó.
El vecino a diario e incómodo
Esta redacción consultó a una administradora de propiedad horizontal, quien precisó que estos son los nuevos retos tanto en los conjuntos como en los edificios.
“Lo incómodo es cuando se arrienda, no para vivienda, sino para otros fines como emprendimientos espirituales, lecturas de tarot, prostitución, videochat”, señaló.
Agregó que también tienen inconvenientes con las inmobiliarias, con las cuales tienen una larga lucha, porque a ellas lo que les interesa es arrendar y que cumplan con el pago, pero se olvidan que incomodan a los vecinos con ruidos y olores extraños, así que se desplazan a casas que no están sometidas a propiedad horizontal.
Cuando tienen inconvenientes con este tipo de arriendos, lo que deben hacer los copropietarios "es iniciar el proceso con comité de convivencia, con el consejo de administración y si no funciona, solicitar una conciliación en casa de justicia", dijo.
Igualmente, añadió que ajustar un reglamento cuesta dinero porque se debe hacer por escritura y registrar en la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos.
“Sí hay regulación”
Zulma Barrios, directora de la Asociación Hotelera y Turística de Colombia, Cotelco Tolima, puntualizó que en Colombia sí existe regulación legal para quienes prestan servicios de alojamiento a través de plataformas de alquiler, como Airbnb o Booking.com.
“Existen leyes, decretos de regulación, pero es complejo ejercer el control de los servicios de alquiler a través de plataformas, es un desafío debido a la naturaleza cambiante y globalizada de la industria”, dijo Barrios.
Añadió que, a medida que la industria continúa evolucionando, es probable ver un esfuerzo continuo por parte de las autoridades y las plataformas para abordar estos desafíos y encontrar soluciones efectivas y equitativas.
Según la funcionaria, “la regulación establece que cualquier establecimiento que ofrezca alojamiento a través de estas plataformas debe contar como mínimo con el Registro Nacional de Turismo (RNT), que es un número de identificación que se otorga a los establecimientos turísticos legalmente registrados y cumple con los estándares para operar en la industria del turismo”.
Por último, enfatizó que quienes estén considerando alquilar su propiedad a través de estas plataformas, deben registrarse en el RNT y en propiedades horizontales, también, asegurarse de obtener la aprobación correspondiente del consejo de propietarios.