¿Qué pasa en Ibagué con el suministro de agua?
La emergencia de la madrugada del 3 de noviembre en el Cañón del Combeima por el desbordamiento de la quebrada Las Perlas, ha agravado en diferentes barrios de Ibagué la problemática en la prestación del servicio de agua.
En menos de 15 días se registraron bloqueos en dos sectores diferentes de la ciudad clamando continuidad en el servicio.
El pasado 10 de noviembre en el barrio Restrepo, sus habitantes cerraron la carrera Sexta a la altura de la calle 42, pidiendo una solución y el pasado viernes 17 de noviembre en Picaleñita, la comunidad también tomó vías de hecho sobre la avenida Mirolindo.
Los ciudadanos alegan estar cansados de no ver soluciones, no poder realizar labores tan básicas como lavar la loza o bañarse y constantemente depender de recipientes para almacenar el recurso.
Al respecto, Harold Rodríguez, director Operativo del Ibal, indicó que existe una descompensación en el servicio, pues las fuertes lluvias de los últimos días y la alta turbiedad de los afluentes han impedido la correcta captación de las bocatomas Cay, Chembe y Combeima, que incluso han tenido que ser cerradas de forma simultánea.
"Estas son las consecuencias que en el momento estamos acarreando y son la disminución en los volúmenes de almacenamiento por las recuperaciones nocturnas que no han sido las mejores, lógicamente porque las condiciones del agua han sido de alta turbiedad, de mucho arrastre de material", dijo el ingeniero.
Según explicó, la emergencia del 3 de noviembre generó un cierre de la bocatoma Combeima de unas 14 horas y todavía no se ha recuperado el nivel requerido de los tanques de almacenamiento en los diferentes distritos.
Rodríguez indicó que esperan que el clima les ayude a normalizar la prestación del servicio; no obstante, señaló que tener una estrategia ante las constantes lluvias "es muy difícil" y que lo óptimo sería tener un depósito de agua del que carece Ibagué.
Frente a por qué la ausencia del servicio de agua es más constante para los habitantes de las comunas Siete y Nueve, en barrios como El Salado o Picaleñita, donde tuvo lugar una de las protestas, explicó que esto obedece a la ubicación que tienen estas zonas con relación a los tanques de almacenamiento, así como el número de barrios que estos acogen.
"Son sitios en donde el líquido cuando se distribuye no llega tan eficientemente en las redes y se demora un poco más", indicó el ingeniero.
Asimismo señaló que hasta que no se compense el servicio, llenado los tanques de almacenamiento, lo más probable es que la intermitencia continúe, máxime cuando el consumo de los usuarios no se detiene.
"Hasta que se compensen los almacenamientos que habían estado desocupados podemos llegar a tener normalización en el sistema y el servicio para los usuarios", concluyó.