Proteja a su perro de contagiarse de moquillo
El virus del distemper canino, conocido como moquillo, ha presentado un significativo aumento en ciudades capitales. Las autoridades ambientales han reportado 178 casos en Bogotá y 17 en Medellín.
Esta enfermedad es de especial cuidado puesto que es altamente contagiosa, no solo en ‘peluditos’, sino también en fauna silvestre como mapaches, comadrejas, hurones, nutrias y osos.
Diego Echeverry, director del Hospital Veterinario de la Universidad del Tolima (UT), explicó que este virus denominado moquillo, responde a este nombre porque gran parte de los animales infectados tienen una secreción en la nariz.
“Afecta todos los sistemas orgánicos, el nervioso, digestivo, respiratorio y cutáneo. Se transmite muy fácilmente entre perros, al tener contacto con la orina, las heces y las secreciones nasales. Se puede pasar de los animales silvestres a los domésticos, y de los domésticos a los silvestres”, precisó Echeverry.
Nataly Parra, coordinadora de hospitalización en el Hospital Veterinario de la UT, señaló que los cachorros de tres a seis meses de edad tienden a ser más susceptibles al virus, que se presenta en forma de fiebre transitoria, pérdida del apetito del animal, depresión, secreción ocular y nasal.
En los casos más avanzados, el distemper canino puede alcanzar los tejidos epiteliales y hasta el sistema nervioso central, generando lesiones irreversibles a nivel neurológico como convulsiones, movimientos involuntarios y caminar en círculos. Esto puede ocasionar la muerte del animal.
¿Pero, qué se debe hacer para evitar el contagio? El director del hospital de la UT explicó que la vacunación es el arma de prevención más fuerte que tienen los ‘peluditos’ en este caso.
Sin embargo, esta no protege en un 100% las cepas que se vayan originando del virus, además debe repetirse cada año ya que generalmente se aplica a los 45 días de nacimiento del animal.
“El 50% de los perros que han sido identificados con moquillo en Bogotá son perros ferales, es decir, perros de la calle, que no tienen planes de vacunación o tutor y que andan por todo el territorio. Incluso, esos perros se pueden desplazar de ciudad en ciudad y por eso existe la posibilidad de que se transmita la enfermedad de una región a otra”, señaló el médico veterinario.
Por dicha razón, Echeverry recomienda evitar los comedores y bebederos comunitarios para perros, ya que estos son utilizados por animales ferales que potencialmente pueden tener la enfermedad.
De igual forma, manifestó que sería importante que, en los conjuntos residenciales, los cuidadores se reúnan para ver cómo controlan el tema de la vacunación de los animales, ya que muchos de ellos comparten las mismas zonas verdes.
En cuanto a cuidados del hogar, la coordinadora de hospitalización animal de la UT, indicó que es importante que los tutores de los caninos se retiren el calzado antes de ingresar a la casa y limpien las patas de los canes.
Parra precisó que en el Hospital Veterinario de la UT han atendido seis casos de distemper, desde el mes de julio. No obstante, como esta enfermedad no es de reporte obligatorio se desconoce si hay un brote en la ciudad, o no.
Por su parte, Dixon Mendoza, director del Centro de Atención y Protección Animal de Ibagué (Capa), señaló que a la fecha no se ha registrado un aumento en los casos de moquillo. “Acá en Ibagué todo está normal porque se ha trabajado mucho en la tenencia responsable y la vacunación”, precisó.
Asimismo, señaló que, como entidad del Estado, no proveen esta vacuna, ya que solo está autorizada la antirrábica. “Es una función de cada tutor”, detalló.
Los médicos veterinarios explicaron que sus recomendaciones, más que alarmar a la comunidad, tienen el fin de informar para prevenir un posible brote de moquillo en la capital tolimense.