¿Pañitos de agua tibia para un problema de movilidad crucial en Ibagué?
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En medio de las quejas de la ciudadanía por la grave situación de los semáforos en Ibagué, donde estos son vandalizados o presentan fallas casi a diario, la Secretaría de Movilidad anunció una inversión de $650 millones en equipos y señales viales, un monto –a todas luces– mínimo para la situación que vive la ciudad.
La jefe de la cartera de Movilidad, Olga Lucía Liévano, aseguró que los trabajos iniciarán en sitios estratégicos, como las zonas escolares y tendrá una duración de tres meses.
“Hemos adjudicado el proceso a monto agotable, que tendrá una duración de tres meses y daremos prioridad a unas órdenes judiciales que son acciones populares. De igual manera, ubicaremos señales en varias zonas escolares dándole prelación al peatón”, dijo Liévano.
Sin embargo, considerando que cruces importantes en la ciudad quizá no son la prioridad en este momento (como la Avenida Ambalá con calle 60, donde un transeúnte común hace las veces de agente de tránsito), pareciera que la inversión se queda corta o, por lo menos, no está bien planeada.
En su anuncio, la dependencia aseguró que el proyecto mejorará “la seguridad de los actores viales como transeúntes, conductores, biciusuarios y operadores del transporte público”, de acuerdo con el comunicado.
Este asunto resulta ser paradójico en la ciudad donde un ciclista fue embestido por un inspector de policía en estado de embriaguez, según informó EL OLFATO. (Ver: Ciclista embestido por inspector de policía en Ibagué deberá usar un bastón de por vida)
Al final, quedan preguntas claves sin resolver como: ¿para cuántos semáforos y señales viales alcanzan realmente $650 millones? ¿Cuál es el verdadero balance de los daños en estos equipos?
¿Hay realmente un plan claro para esta inversión? De ser así, esta redacción queda atenta a la respuesta de la Secretaría.
