Niños ven clases de teatro en la calle del sur de Ibagué por déficit de escenarios culturales

Mientras el alcalde de Ibagué, Andrés Hurtado, gasta millones en polémicos lanzamientos del Festival Folclórico bajo el argumento de apoyar la cultura de la ciudad, personas como Joseph Urrego luchan, en vano, por tener más espacios dignos para formar a los niños en las artes.

Urrego es un gestor cultural del sur de Ibagué, quien hace seis años ayudó a transformar un deteriorado puesto de salud, en la Casa Cultural del Sur.

Sin embargo, el hombre denuncia que el espacio es insuficiente para atender a tantos menores, motivo por el cual se ve obligado a dar sus clases de títeres y teatro en la calle.

El gestor cultural menciona que un funcionario de la Alcaldía, de nombre Jhon Nelson Ricaurte, arbitrariamente les ha impedido la entrada a uno de los salones más grandes de la Casa Cultural, dejándolos a ellos con pocos espacios.

“En este momento, el lugar lo estamos manejando, pero el auditorio, donde puede funcionar el teatro, no. Ello, debido a que el funcionario, que es un bailarín, nos pone candados a cada rato y nos quita la llave, privándonos de acceso a ese espacio”, señaló Urrego.

Dicha situación ha obligado a que solamente las clases de danza urbana se puedan dictar al interior de las instalaciones, mientras el resto sucede a las afueras del edificio, bajo las inclemencias del clima.

Pese a que ha intentado mediar una solución con Diana Londoño, secretaria de Cultura, la desidia ha sido mucha y la gestión poca.

“Con ella hemos intentado tener miles de reuniones, pero finalmente ninguna ha sido fructífera. En la última que tuvimos, nos recibió momentáneamente y decía que para ella, lo más importante era la parte jurídica. ¿Qué quiere decir con esto?, pues que había un lío, donde seguramente la secretaría de salud reclamaba su espacio”, contó Urrego.

Presuntos líos jurídicos que dejan a menores en la calle, mientras se destinan grandes sumas de dinero a eventos intrascendentes, como el costoso lanzamiento en una calle de Nueva York y en una fiesta privada en Medellín.

“Sería sumamente importante que estos recursos fortalezcan el ámbito cultural y apoyen a aquellos que trabajan de manera permanente en estas áreas. Las festividades culturales y la cultura misma deben tener una lógica de proceso, evitando acciones dispersas”, aseveró Renzo García sobre el aumento del presupuesto para la versión 49° del Festival Folclórico.

Sobre el centro Cultural

Pese a todas las adversidades, Urrego, junto con otras personas, logran sacar adelante jornadas de formación dedicadas a temas de música, guitarra, voz, canto y otras bandas que acuden a ensayos. 

“Hay un flujo cercano de 250 personas que acuden al mes y son personas desde los ocho años de edad en adelante, y adultos mayores. Los horarios de atención son de martes a sábado a partir de las 2:00 de la tarde”, explicó. 

La idea, recordó Urrego, es mantener la Casa Cultural del Sur y seguir implementando la formación en teatro, danzas y otras actividades en ese sector de la ciudad, por lo que le pidió a las autoridades un poco de esa misma atención prestada al lanzamiento del Festival Folclórico en New York.