Los millonarios favores de la Personera de Ibagué para su nuera
Muchas cosas pasan inadvertidas en la Personería de Ibagué, como que el alcalde constantemente dé órdenes a la personera Francy Johana Ardila Salazar en sus intervenciones públicas o como se dio a conocer recientemente: que la funcionaria a cargo de la entidad le estaría entregando contratos a la novia de su hijo.
Mientras Ardila asumía el cargo a mediados del 2021, debido a la salida de la entidad del abogado Wilson Prada, lo propio
hacía su nuera, Mary Alejandra Paipa Ramírez, una comunicadora que dio el salto al sector público ‘apalancada’, presuntamente, por la hoy personera de Ibagué.
EL OLFATO conoció que, a pesar de que Paipa sostenía una relación sentimental con Andrés Aguilar, hijo de Ardila, poco importó esto para que la misma empezara a trabajar en la equipo de prensa de la entidad.
Actualmente, la periodista se beneficia de un contrato por prestación de servicios que tiene como objeto “gestionar la estrategia de comunicación externa, a través de las redes sociales, para la promoción, difusión y divulgación de las diferentes actividades adelantadas por la Personería, dirigidas a la ciudadanía ibaguereña”.
Los honorarios de la nuera de Francy Ardila, pagados con los impuestos de los contribuyentes, son de $2.500.000 al mes.
Llama la atención que, aunque Paipa había laborado toda su vida en el sector privado en Bucaramanga y Bogotá, coincidencialmente se le abrieron las puertas en la Personería de Ibagué cuando allí está su suegra.
En este presunto caso de clientelismo que ‘salpica’ a la persona encargada de guardar los principios del Estado Social de Derecho salen a relucir lo que serían otros favorecimientos hacia la contratista.
Por ejemplo, la Personería de Ibagué presuntamente pagó por la inscripción y los viáticos de Paipa para que esta pudiera asistir a un seminario en Ciudad de México, según informaron fuentes de la entidad.
Aunque semestralmente de las dos principales universidades de la ciudad se gradúan más de 60 comunicadores sociales y periodistas,, para la adjudicación de este contrato parece que primaron los lazos familiares.
Estos favorecimientos sin la presunta justificación también llevan a cuestionar si la nuera de la personera puede devenir su salario sin haber sustentado informes de su gestión, pues si bien en su contrato se establece la obligación de “informar de las actividades ejecutadas durante el período objeto de pago”, dichos sustentos no estarían colgados en el Secop, como lo obliga el Decreto 103 de 2015.
El yo con el yo
En virtud de todo lo anterior, varios abogados consultados coincidieron en afirmar que Francy Ardila podría estar incurriendo en una conducta irregular de tráfico de influencias de servidor público.
“De comprobarse que la personera utilizó indebidamente, en provecho de un tercero, influencias derivadas del ejercicio de su cargo o de la función, con el fin de obtener cualquier beneficio, se podría hablar de este delito contra la administración pública”, comentó el experto.
Por estos hechos la funcionaria podría pagar hasta 12 años de prisión, una onerosa multa y la inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas por casi una década.
Además, aunque no existe vínculo civil estrictamente en la relación de Ardila con Paipa, los juristas coincidieron en que las autoridades están en la obligación de determinar si producto de la cercanía entre ellas se pudiera haber cometido el delito de contrato sin cumplimiento de requisitos legales.
“Ahora, es indispensable establecer si esa persona cumple el contrato, la sede del contrato, los requisitos para ese cargo, qué tipo de cargo es y si fue creado para esa persona o ya venía antes de la llegada de la personera”, agregó uno de ellos.
EL OLFATO intentó comunicarse con Francy Johana Ardila para que respondiera ante este presunto escándalo de clientelismo, incluso la visitó en la sede principal de la Personería (lugar al que esporádicamente visita, según los propios trabajadores de planta), pero la funcionaria no estaba y guardó silencio ante este caso.