Las contradictorias explicaciones de Infibagué por luminarias en Ibagué

Luego de que la Contraloría de Ibagué encontrara que algunas de las luminarias de la ciudad, que deberían estar funcionando con tecnología LED, en realidad operaban con las tradicionales bombillas de sodio, Infibagué salió a ofrecer explicaciones contradictorias con relación a lo detallado por el ente de control.

De acuerdo con Infibagué, la responsabilidad de estas denuncias recaen sobre el exalcalde de Ibagué y actual ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, quien -en el 2018- le encargó la modernización de algunas zonas de la ciudad a un contratista que terminó instalando luminarias defectuosas, las cuales se dañaron al año siguiente.

“Frente a esta situación, la entidad ha tenido que reemplazar las luminarias dañadas y deficientes por unas con tecnología en sodio, puesto que nunca se previó tener estos fallos”, explicó el gerente de la entidad, Felipe la Rota (Ver más: Contraloría descubre engaño con iluminación LED en Ibagué)

Tal es el caso que, por ejemplo, en la vía paralela al colegio Conservatorio, el sistema aparece como modernizado con luz LED, pero en realidad no lo está.

Sin embargo, dichas explicaciones entregadas a EL OLFATO se contradicen con lo asegurado al ente de control y a la ciudadanía. 

Y es que ante los constantes reclamos por la falta de iluminación y el daño de las lámparas en las principales vías de la ciudad, como en la carrera Quinta o la avenida Ambalá, Infibagué ha sostenido que no puede intervenir dichos puntos, pues, al realizarlo, quedaría sin un material probatorio para demostrar el incumplimiento del contrato adjudicado por Jaramillo.

El que el municipio cuente con dichas pruebas resulta imperioso, ya que, actualmente, se adelanta un proceso judicial ante el Tribunal Administrativo de Tolima en contra del proponente, exigiendo una indemnización por los daños y perjuicios que se le ha ocasionado a la ciudad, además de responder por la garantía de 10 años en las luminarias instaladas, las cuales presentan fallas dado que, en la oferta presentada, se estableció que éstas tendrían una vida útil de un promedio de 23 años.

Quedan entonces varias dudas en el aire: ¿Por qué Infibagué reemplaza las luminarias en este punto y no hace lo mismo en los principales corredores viales de la ciudad? ¿Se quedará sin material probatorio en aquellos puntos donde se desmontó la tecnología LED para volver a instalar bombillos de Sodio?

Por otro lado, en lo que respecta al actual proceso de modernización contratado en la administración de Andrés Hurtado por $45.000 millones, Felipe la Rota señaló que el informe de la Contraloría no encontró hallazgos sobre este, sino que se efectuaron recomendaciones para la ejecución de la misma.

“No hay situaciones que puedan concluir en hallazgos por parte de la Contraloría. Por el contrario, lo que existen son sugerencias que se nos hacen para tener en cuenta en nuestro programa ArcGIS y continuar con la modernización. No se puede afirmar que se haya pagado por un proceso y que este no haya surtido efecto”, concluyó.