
Las carreras de la Universidad de Ibagué serán más cortas
La Universidad de Ibagué está realizando reformas curriculares, para disminuir el tiempo del pregrado como respuesta a la crisis en la educación superior.

Escrito por: Paula Núñez
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Entre la disminución en la cantidad de estudiantes matriculados y las nuevas exigencias del mercado laboral, algunos expertos prevén la existencia de una crisis en la educación superior, debido a que cada vez son menos los jóvenes que ven como una opción de prosperidad ser profesionales. Esto ha obligado a las universidades, especialmente a las privadas, a crear estrategias para prevenir la crisis.
De acuerdo con Luis Enrique Orozco Silva, rector encargado de la Universidad de Ibagué, la tasa de la matrícula en todos los países ha venido disminuyendo desde el segundo semestre del 2017 hasta la actualidad, porque se ha presentado una disminución en la pirámide poblacional del país.
"Hoy en día la juventud está buscando formas rápidas de capacitación para el desarrollo del trabajo, para tener ingresos, por decirlo de alguna manera. A ellos se une que existen agencias y e instituciones que ofrecen certificación de competencias. Hay empresas que, más que pedir una formación académica sólida, piden certificación de competencias para el desempeño de ocupaciones y oficios", dijo.
Por ello, una de las estrategias que ha planteado la institución, desde el modelo de universidad necesaria, es la disminución de tiempo de formación académica y el replanteamiento de cómo se deben formar a los profesionales.
"Eso implica una revisión de tres cosas fundamentales, las cuales son una reforma de las estructuras curriculares, una oferta educativa que sea mucho más flexible y brindar el mejor conocimiento disponible para que los futuros profesionales puedan responder adecuadamente a lo que la sociedad y las familias esperan como formación para sus hijos", explicó.
Además, añadió que estas reformas curriculares no son algo nuevo para el país, sino que se están llevando a cabo a nivel nacional, debido a que cada vez se ven más carreras profesionales de cuatro años.
Este hecho genera debates en el movimiento estudiantil, debido a que algunos aseguran que la eliminación de algunos elementos en el currículo, pueden generar la pérdida de calidad en la formación de profesionales aptos. María José Castañeda afirma que los recortes no se tienen que hacer por reducir dréditos y hacerlos más cortos, sino que se tienen que hacer de una manera responsable.
"Como está hoy, el sector de la educación básica y media es un problema que también se tiene que revisar, ya que muchas veces los pensum buscan nivelar a los estudiantes en primeros semestres. Tampoco nos podemos olvidar que cada programa y que cada disciplina tiene un marco teórico-práctico importante", declaró.
Sin embargo, el rector encargado de la Universidad de Ibagué refuta estos planteamientos, debido a que la formación profesional en la actualidad es por competencias. Es decir, para el mundo laboral es más importante que se tenga buen conocimiento de los componentes de la disciplina que necesita para su ejercicio profesional y no solo teóricas para el ejercicio futuro de la profesión.
"También es importante que el estudiante aprenda los valores éticos que le permitan ejercer la profesión de manera íntegra y como corresponde a un profesional bien formado. De manera que, en términos de tiempo, no se sacrifica el contenido de la formación, sino que se rearticula el contenido de la formación profesional con base en competencias y no en dominio de las disciplinas", explicó.
Crisis en la educación superior
La educación superior en la actualidad está sufriendo una crisis silenciosa. Esto ha generado limitaciones para responder de manera eficiente al nuevo escenario en que están operando las universidades.
"La primera variable es el que el mundo es global, donde no solamente está la dimensión económica, sino que también la social, política y cultural. La universidad no puede ser provincial. Tenemos un reto que es posicionar las universidades en Colombia y en América Latina en un escenario mundial", aseguró.
De la misma manera, comentó que existe una nueva concepción de la formación de talento humano, donde se debe permitir el aprendizaje. Por este motivo, las universidades tienen que hacer una revolución metodológica, para el desarrollo de las disciplinas y las nuevas formas de producción del conocimiento.
"La sociedad pide que la universidad sea más eficiente, pertinente y que sus servicios los preste con calidad y, sobre todo, que su accionar tenga en cuenta a los más desfavorecidos, vulnerables y que colabore el desarrollo de los países. Si no lo hace, creo que la universidad tendrá cada vez menos legitimidad y contribuirá menos a la construcción de una sociedad más crítica, más abierta y más flexible", concluyó.