La precarización de la industria de la moda en Ibagué
Ibagué, reconocida históricamente como una de las principales capitales textiles de Colombia, enfrenta hoy importantes desafíos en la industria de la confección.
Tanto trabajadores como pequeños empresarios denuncian las crecientes dificultades para mantenerse en el mercado y competir con la masiva llegada de productos importados.
Astrid Mayorga, propietaria del emprendimiento Natmichel, destacó que, tras más de 10 años en el sector, el trabajo al 'destajo' se ha consolidado como una práctica habitual en su taller.
"Llevo en el medio alrededor de diez años con mi empresa, en la cual elaboramos prendas de vestir para hombre, en su gran mayoría y también para niño. En esta planta tengo alrededor de 15 operarios. La forma en que trabajamos es al 'destajo', un método donde se les paga por operaciones a los empleados", afirmó Mayorga.
Aunque este sistema ofrece cierta flexibilidad a los trabajadores, en especial a las madres cabeza de hogar para que puedan atender a sus hijos, también presenta desventajas, como la falta de prestaciones sociales. (Ver más: El 50% de los talleres de costura en Ibagué se encuentran en la informalidad)
"Uno acá tiene la facilidad de acudir a las reuniones de padres de familia, de estar más pendiente de los niños, y también las operaciones que uno labora son bien pagas, pero el día que no venga porque estoy enferma, pues no voy a ganar nada", comentó Lizeth Polanía.
Otra empleada de Natmichel, manifestó que el precio que se paga por la confección es desigual, dado que realizan el trabajo que requiere mayor esfuerzo, pero es al mismo tiempo, el que menos remuneración recibe.
"El precio que pagan por la confección no es justo. Nosotros hacemos lo que más trabajo lleva y aun así es lo que menos nos pagan. Un vestido se vende muy bien, pero no lo pagan a un porcentaje que al menos le dé tanto al dueño del taller como a nosotros", indicó Mayra Gutiérrez.
La industria de la confección también se ha visto perjudicada por la competencia de las importaciones provenientes de países como China. Según Mayorga, este aspecto ha tenido un impacto significativo en su negocio.
"Esta es una de las partes que más nos ha golpeado, porque obvio que no vamos a ser competitivos jamás con ellos en cuanto a precios, en calidad sí, pero en cuanto a precios no. Yo creo que falta más regionalismo, de que la gente compre lo de aquí", señaló Mayorga.
Por su parte, el concejal de la Alianza Verde, William Rosas, hizo un llamado al Gobierno Nacional para que brinde apoyo al sector textil y formalice a los miles de trabajadores que dependen de la confección.
"Las personas que trabajan en la confección carecen de seguridad social y acceso a condiciones dignas. Nuestro objetivo es fomentar su inclusión en la formalidad, por lo que solicitamos al Gobierno Nacional que se involucre en la dinámica que Ibagué está manejando respecto a este tema", concluyó Rosas.