La pobreza en los tiempos del coronavirus en Ibagué

La emergencia producida por el coronavirus debe llamar a la solidaridad con aquellas familias que no cuentan con recursos para poder abastecerse, al igual que de las instituciones del Estado para que las ayudas lleguen a esta población.

Según datos del Departamento Nacional de Estadística (DANE), 16.400 ibaguereños viven en condición de pobreza extrema. De esta población hacen parte aquellas personas cuyos ingresos no superan los $117.000 mensuales, es decir, quienes devengan $3.900 diarios para subsistir.

Pero los Armenta Millán, quienes viven en la vereda San Francisco parte baja, ubicada a 10 minutos del casco urbano del sector de Boquerón, ni siquiera logran estar en esta categoría.

Esta familia la integran Manuel Felipe, José Alirio y Norvey Armenta Millán, todos adultos con discapacidad mental.

Ellos dependen de su padrastro José Evelio Mejía, de 82 años, quien no labora y los ha cuidado a lo largo de su vida.

Mejía no cuenta con ninguna ayuda por parte del gobierno Municipal ni Departamental y tampoco hace parte de los adultos mayores que reciben el subsidio del programa Colombia Mayor.

Todos sobreviven de la solidaridad de aquellos quienes los conocen en Boquerón, pues todos los días Norvey y Alirio bajan hasta la carretera y reciben comida y otros elementos de quienes los tratan con aprecio y les dan su amistad.

Pero a la penuria que los asecha a diario, se suma las precarias condiciones de la 'vivienda' en que habitan. No tiene agua, ni energía ni alcantarillado.

No cuentan con estufa, pero tampoco la podrían emplear, pues no existe la conexión de gas domiciliario y la familia no tiene el dinero para comprar la pipeta.

Y los pocos alimentos que pueden consumir, a Mejía le toca cocinarlos en el piso y con leña.

Asimismo, no cuentan con un baño propio en su vivienda, por ende, deben hacer sus necesidades fisiológicas también en el suelo; y las ventanas que tienen, las cubren en la noche con tablas para protegerse de insectos y la lluvia.

Pero con la cuarentena, la situación se ha vuelto más crítica, pues las personas que los auxilian tienen dificultad para movilizarse y llevarles alimentos.

Las promesas de Hurtado

Según el alcalde de Ibagué, Andrés Fabián Hurtado, se entregarán 300.000 mercados repartidos entre los 98.000 habitantes que viven en condición de pobreza y los 16.400 en pobreza extrema.

"Nos vamos a ir a cada uno de los barrios, a cada una de las casas y vamos a tocar las puertas para entregarle ese apoyo nutricional", dijo el mandatario.

Estas ayudas incluyen a los adultos mayores que no reciben subsidio del Gobierno Nacional, pero que están priorizados en el sisbén, como a la población LGBTI, vendedores ambulantes, recicladores, artesanos, artistas callejeros, entre otros.

La Administración Municipal habilitó el correo [email protected] para que se puedan inscribir aquellas personas que necesiten este apoyo nutricional. De igual manera, el correo [email protected] para las donaciones que puedan hacer los ibaguereños.

"La población es muy grande, la que está necesitando de nosotros hoy en día, por eso llamamos a la solidaridad. Para todos no nos alcanzan los recursos, pero si nos unimos todos vamos a poder llegar a todas las familias que están necesitando de ese apoyo nutricional", dijo el mandatario.

La junta administradora de Acuamiramar llevó este jueves algunos alimentos a los Armenta Millán, pues ya no tenían comida. Quienes deseen apoyar con sus donaciones pueden escribir a [email protected].