La lucha de una familia por seguir viviendo en el volcán Machín

Genaro Rodríguez Bustos lleva más de cuatro décadas habitando una finca que está ubicada sobre el cráter del cerro volcán Machín, considerado por los expertos como uno de los más riesgosos de Colombia.

El predio está situado a 2,750 metros sobre el nivel del mar, en la vereda Toche, en el Tolima. Este lugar que para muchos es el último sitio donde quisieran vivir, es el hogar de Rodríguez y su esposa Sandra Janeth Muñoz. Allí nacieron sus 10 hijos y sus nietos.

Muñoz dio a luz a sus hijos en medio de los temblores y las fumarolas que a menudo se registran en estos predios del volcán, que hasta hace unos años era desconocido para los colombianos.

Esta familia vive con la amenaza latente del Machín, la cual resurge con cada sismo que se registra en esta zona. Pero el riesgo también se extiende a otras 800.000 personas de los 26 municipios más cercanos e incluso cubre a una de las vías más importantes del país como lo es La Línea por donde se mueve gran parte del comercio nacional.

El pleito legal

Hace un año, Genaro y su familia tuvieron que abandonar la finca La Secreta pues, por orden del Juzgado Cuarto Civil Municipal de Ibagué debían devolver el predio a los nietos del primer propietario, quienes interpusieron un recurso legal para que les restituyeran el inmueble.

Rodríguez narró que en 1981 empezó a trabajar como administrador de la finca, cuando aún ni se escuchaba ni se sabía de la existencia del volcán Machín y cuando el propietario era José Irán Rengifo Cruz.

“Tengo las escrituras que demuestran que, en 1973, los hijos de Natalio Varón les vendieron la finca a tres personas y ellos a su vez se la vendieron a José Irán Rengifo Cruz en 1975 y yo entré a trabajar con don José Irán en 1981 y años después los hijos de él me entregaron la finca en pago por lo que yo había trabajado”, dijo el hombre de 66 años.

Contó que inicialmente fue un acuerdo verbal pero el 5 de marzo del 2011 hicieron las escrituras a su nombre, “la escritura número 538 de la Notaria Primera de Ibagué”.

Rodríguez señaló que siguió trabajando y viviendo en la finca junto a sus parientes hasta que, en 2008, cuando se generó una alerta por sismos en el Machín, “empezaron a decir que Cortolima tenía que comprar estos predios y los hijos del primer dueño se creyeron con derechos y fueron a vender la tierra a la corporación, pero no pudieron porque yo habitaba la finca”.

El Tribunal Administrativo del Tolima resolvió en 2012 aprobar un pacto de cumplimiento suscrito entre varias entidades entre ellas la Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima), la Personería de Ibagué y otras más, las cuales se comprometieron a mejorar vías de evacuación, entregar torres de comunicación, mejorar la electricidad en la zona y adquirir los siete predios que se encuentran en el cráter del volcán.

Actualmente, seis de los siete predios ya fueron comprados por Cortolima y solo falta la finca La Secreta.

Todos estos terrenos se anexaron a la reserva forestal regional Cerro Machín declarada como área protegida en junio de 2022.

Días después del desalojo de inicios de 2023, Rodríguez volvió a la finca que sigue ocupando como en las últimas décadas, pero está a la espera de una decisión final.

Algunos abogados han tenido la intención de ayudarle en su proceso.

“Él nunca hizo fortuna, tiene 10 hijos, todos nacidos dentro del cráter, son los hijos del machín. Lo que me interesa es que esta familia recobre su posibilidad de tener su vivienda y un medio cómo subsistir”, dijo el abogado Jorge Hernán Palacio