La dolorosa historia de 'Hippie': un joven NN que reside en el barrio Las Brisas de Ibagué
Postrado en una cama, con las uñas y el cabello largo, sin bañarse y sin tener con qué comer a diario. Así vive un joven NN en el barrio Las Brisas de Ibagué.
A sus 27 años, Jonathan, alias‘Hippie’, como es conocido por sus vecinos, no ha tenido la oportunidad de ser identificado como ciudadano, no ha pisado una escuela, ni ha vivido una vida digna, en lo absoluto.
De acuerdo con Julio Cortés, como será llamado el testigo de esta historia, todo parece indicar que el joven fue un hijo no deseado, por lo que su madre tomó la decisión de abandonarlo y dejarlo a cargo de su padre.
"Cuando estaba chiquito siempre se la pasó en la calle pidiendo la colaboración de la gente para que le dieran de comer. Vivía en condiciones de indigencia en el sótano de la casa de un familiar que era discapacitado", narró el ciudadano.
Asimismo, indicó que ‘Hippie’ se dedicaba a deambular por cada cuadra para tener algo con lo que llenar su estómago, una situación realmente lamentable.
“Todos le decían: vaya báñese, por qué no se baña, pero realmente nadie sabía por lo que él estaba pasando. No era que no quisiera ser limpio, ni ir al colegio, sino que en su casa no tenía servicios y sus condiciones económicas no eran las mejores tampoco”, señaló.
Según Cortés, Jonathan no cuenta con “registro civil, ni partida de bautismo, por lo tanto, nunca tuvo tarjeta de identidad y mucho menos cédula", es decir, es un completo desconocido.
"El papá es un adulto de casi 60 años, quien tampoco tiene ni la capacidad económica ni intelectual para brindarle una buena vida ", comentó.
El hombre sale de su casa muy temprano en la mañana con un pequeño carrito de supermercado. Recorre las calles, una que otra plaza, y regresa al caer la noche para atender a su hijo.
"Jonathan antes estaba bien, caminaba bien y hablaba con la gente, pero desde hace siete meses, de tanto estar con el tema del COVID, encerrado, se fue quedando quieto en la cama hasta que perdió de alguna forma la movilidad de las piernas", lamentó.
Y añadió: “parece, además, que tiene una hernia inguinal, porque tiene un abultamiento en esa parte. Entonces, él hace siete meses no se para de ahí, orina en un balde y el papá cuando llega bota todo".
Su casa esta ubicada en el barrio Las Brisas de Ibagué, donde, junto a su padre, duermen en una pequeña habitación: un poco sucia y llena de desechos, sin servicio de agua, luz y gas, y sin baño.
"Ellos viven en una habitación pequeña, en la que vivía el familiar con discapacidad, y cuando él murió, que duró como un día ahí fallecido, la familia del muchacho les dijo que se pasaran para ahí", puntualizó.
Su personalidad
Julio describe al joven como “un muchacho muy inteligente, tiene excelente memoria. Él tiene realmente las capacidades para poderlo recuperar, tanto física como intelectualmente".
Pese a que ‘Hippie’ siempre fue un niño sano, dentro de lo que cabía, pues nunca robó, nunca trató mal a nadie, al contrario, era muy colaborador.
“Lastimosamente, en algún momento probó el bóxer y se quedó con eso. Se volvió adicto a eso porque parte de ese tema de cuando la gente no come o pasa por situaciones críticas, empieza a inhalar bóxer y se olvida de sus agobios”, explicó.
Su habitación tiene más de 20 frascos del pegante vacío en el suelo, lo que refleja la dura adicción que tiene Jonathan. Quizás la mejor forma que encontró para escapar de su cruda realidad.
"La gente ha estado tratando de ayudar, pero precisamente por el tema de la adicción él se pone complicado. De hecho, esta semana unos vecinos intentaron limpiarlo y arreglarlo. Al comienzo, todo bien, pero cuando empezaron a hacerle la limpieza se indispuso y dijo que quería que se fueran", precisó.
Ayudas
Los vecinos siguen intentando ayudarlo, pues consideran que, como se dice popularmente, aún hay madera que tallar.
"Hemos estado tocando puertas. Averiguamos cómo volverlo a él un ciudadano y no dejarlo como un NN, pero me decían que eso es un proceso judicial muy largo", sostuvo.
Por esta razón, buscan que la Personería de Ibagué pueda apropiarse del caso, ya que su situación podría mejorar con un poco de apoyo y empatía, dos cosas que le han faltado durante toda su vida.