La comunidad de Miramar sufre de afectaciones por el alcantarillado

En el barrio Miramar del Ricaurte, la comunidad del sector no tiene paz ni en su propio hogar, debido a que vive las afectaciones de la presencia de un alcantarillado privado que atraviesa las paredes de sus viviendas. 

Esta situación generó que Rosa Herrera, una de las principales afectadas, creara una acción popular en contra del IBAL, Acuaricaurte y el Municipio de Ibagué, en busca de soluciones. 

“Mi casa está colapsada y los que la habitamos somos dos personas mayores. Hay zonas que están desocupadas por la humedad en las paredes y los malos olores”, denunció Rosa. 

“Hace 30 años, cuando la compré, no había tanto problema. Pero desde hace tres años, la cosa va peor. Las paredes están colapsadas. Tengo brotes en mis piernas y mi esposo sufre de rinitis”, añadió. 

Las malas vivencias de los habitantes, se deben a que hace más de 30 años, el Sargento José Aguirre implementó un alcantarillado para el batallón del Ricaurte y siete casas se conectaron a este. 

Esto provocó que el alcantarillado, conformado por un tubo de cemento, atravesara algunas viviendas. Por tanto, al tener poco tratamiento, se generó humedad, hongos y malos olores en las casas. 

Sin embargo, durante y antes de la acción popular, las distintas entidades que podrían estar relacionadas con el acueducto y alcantarillado de la ciudad afirman que esta situación no hace parte de su competencia, ya que este es una red de alcantarillado comunitario. 

De acuerdo al Municipio de Ibagué en la respuesta legal a la acción popular: “la competencia de la Secretaría de Desarrollo y Medio Ambiente (Sic), la red de alcantarillado y acueducto es comunitario y esta Secretaría no podría ser la prestadora de dicho servicio, pues no está contemplado en la ley”.

Asimismo, el IBAL, como entidad encargada del alcantarillado y acueducto  de Ibagué, declaró que la zona de Miramar no entra en su competencia, porque está llega hasta la calle 20 y en el sector hay acueducto y red de alcantarillado comunitario. 

Acuaricaurte declaró que ellos son: “un acueducto que se limita a prestar el servicio de acueducto y no presta servicio alcantarillado, por lo tanto ni lo cobran y está escrito ante la Superintendencia para para ese servicio”. 

Por este motivo, la entidad “no tendría por qué tener vinculación a la problemática, dado que, es una red de alcantarillado la que está presentando el problema, pero ya están adelantando los hechos legales”, añadió Camilo Mahecha, administrador de Acuaricaurte. 

La acompañante legal por parte del Consultorio Jurídico y Centro de Conciliación de la Universidad de Ibagué, María José Castañeda, afirmó que: “ellos dicen que es un alcantarillado comunitario, pero en realidad no es así, o sea, es privado no comunitario, así que el Estado debería hacerse cargo, pero no lo hace”. 

“El IBAL que también hace control, no ha hecho absolutamente nada, sabiendo que hay 7 casas que se conectaron ilegalmente a este”, agregó.

Entre la búsqueda de la entidad responsable para dar solución, Rosa Herrera espera retomar su día a día y recuperar la paz que le generaría obtener una vivienda digna, donde no conviva con los malos olores y los hongos y no se ponga en riesgo la salud de su esposo y la de ella. 

Como solicitó: “Lo único que pido es que saquen el alcantarillado de las casas y que lo pongan por fuera. Pero, realmente no obtengo ayuda de nadie”.