Hotel Ambalá reabriría sus puertas a mediados del 2026
Síguenos en Google News
Entre $22.000 y $25.000 millones vale restaurar y poner a punto para la operación el mítico hotel Ambalá. Esta cifra se determinó luego de la consultoría hecha por la Sociedad de Arquitectos del Tolima en la que, además, quedó en evidencia el deterioro locativo del hotel.
Este lugar, que en sus años de gloria recibió a ilustres visitantes como Shakira, Ricky Martin y Mario Moreno ‘Cantinflas’, requiere una intervención urgente para que – antes de que quede totalmente en el olvido- vuelva a ser referente de elegancia, comodidad y epicentro de la cultura tolimense.
La mencionada suma, nada despreciable, y las intervenciones no pueden ser asumidas por la Gobernación del Tolima, razón por la cual se acudió a privados que puedan reparar el hotel bajo un contrato de arrendamiento por obras. Así lo contó a EL OLFATO Yurany Prieto, secretaria Administrativa del Tolima.
“Si no acudiéramos al renglón hotelero, el departamento tendría que sacrificar recursos de inversión. Es decir, no podríamos entregar obras como el comando operativo para El Espinal, los megacolegios que se tiene proyectados, o vías como Líbano - Villahermosa”, mencionó Prieto.
En los últimos años, ya se habían considerado otras opciones que permitieran que el dominio total del edificio estuviera en manos estatales; sin embargo, al estar ubicado en la zona de interés cultural de Ibagué, no puede modificarse en absoluto la fachada. Esto canceló por completo la posibilidad de que en las instalaciones funcionaran algunas oficinas del estado.
De acuerdo con la funcionaria, la pasada Administración buscó diseñar un modelo económico que pudiera determinar el futuro del hotel, entre las opciones se contempló el arrendamiento, la concesión o la venta.
Sin embargo, la Gobernación de Adriana Matiz eligió quedarse con la propiedad del inmueble, actualmente avaluado en alrededor de $15.000 millones. Así las cosas, la opción de arrendamiento a terceros fue la más viable y de la cual se esperan resultados antes de que culmine el año.
“Estamos adelantando un estudio financiero, técnico y jurídico de dos personas naturales y jurídicas que han manifestado interés de operar, bajo arrendamiento, estas instalaciones. Una modalidad que ya se tuvo en años anteriores”, precisó Prieto.
La posibilidad del arrendamiento es la más viable considerando que, según el análisis de la Sociedad de Arquitectos, por el momento, el hotel no tiene afectación estructural y las intervenciones se dirigirían a mejoras locativas en pasillos, salones y habitaciones, así como a la instalación de redes eléctricas, hidráulicas, entre otras.
“De la mano de la Secretaría de Hacienda se constituyó un comité evaluador de las ofertas y posibles modelos. Lo que hemos pensado es que no sería un canon mensual o anual, sino que quien resulte elegido será responsable de la restauración y sus costos”, precisó la Secretaria.
Ambas propuestas, que llegaron a través de una convocatoria que cerró el pasado 30 de abril, tienen algo en común y es que piden un arrendamiento de más de 10 años y proponen una apertura gradual del hotel.
“Uno de los proponentes plantea un arrendamiento a 15 años, el otro a 20. Así mismo, plantean una puesta en marcha gradual de cada uno de los pisos. El primero propone iniciar con la apertura de tres de ellos y, el otro, con cuatro. Ahora estamos revisando el modelo de negocio que cada interesado propone, pues el departamento debe tener claridad de las minucias del negocio y cómo soportarán la proyección”, apuntó la funcionaria.
Estas primeras aperturas, de acuerdo a lo manifestado por Prieto, se darían a mediados del 2026, considerando que se espera elegir una propuesta y firmar contrato en diciembre próximo.
“La primera fase es seleccionar la mejor propuesta y después celebrar el contrato. De ahí ellos tienen un tiempo de fase preparatoria para hacer inversiones, contrataciones y demás. La puesta en marcha la proyectan para alrededor de 18 meses después de la firma”, comentó.
Con estas cuentas, los ibaguereños y los tolimenses reciben una esperanza de recuperar un emblemático espacio que ha acompañado la historia del territorio hace más de 40 años.
Una joya arquitectónica de los pijaos
El historiador Andrés Francel, decano de la Facultad de Ciencias del Hábitat, Diseño de Infraestructura de la Universidad del Tolima, describió al Hotel Ambalá como un ícono de la cultura tolimense y de su arquitectura.
Estos 12 pisos, que hoy guardan detalles que representan la cultura pijao, están construidos sobre tierra que años atrás hacían parte la hacienda de Martín Restrepo, uno de los terratenientes más importantes que ha tenido el Tolima. Su construcción, que hoy por hoy alberga 135 habitaciones, inició en los años 60.
“De sus detalles participó el escultor Julio Fajardo Rubio, quien fue uno de los precursores del movimiento indigenista. Este edificio tiene muchos elementos indígenas que se pueden observar en los murales, los balaustres de las barandas y esculturas internas”, explicó el historiador.
El hotel se caracteriza por tener espacios muy amplios, que dan cuenta del diseño arquitectónico, cuidado y cálculos estructurales muy precisos.
“Es, sin duda, un ícono de nuestro territorio y corresponde al tipo de arquitectura conocido como torre plataforma. En los primeros dos plantas tiene una placa que permite sentir que estamos en un pueblo de casas bajas, pero después viene la parte superior, que es la torre, y queda oculta a la visual externa”, dijo Francel.
Los motivos indígenas están también plasmados en murales y en la fuente que queda cruzando el hall principal del hotel.
Todos estos detalles, que han transmitido la cultura tolimense por años, esperan seguir vivos y haciendo sentir como en casa a los cientos de turistas que un día le devuelvan la vida al mítico Hotel Ambalá.
