Habitantes piden suspender criadero de pollos en el corregimiento Llanitos de Ibagué

Cansada está la comunidad de la vereda Ramos y Astilleros, corregimiento de Llanitos, por el funcionamiento de un galpón, ubicado en la finca La Gaviota, debido al inadecuado manejo y olores ofensivos en su operación. 

José Omar Reyes Guzmán, líder la comunidad, afirmó que este galpón fue sellado en 2014 por parte de Cortolima por no contar con los permisos para vertimientos y desarrollar la actividad. 

Por esta razón, no se explica cómo y cuándo se habilitó a los propietarios del galpón a retomar actividades, más aún, cuando continúa afectando a la comunidad. 

Además, través de una demanda, buscan que se ordene a Cortolima y a la Alcaldía de Ibagué detener de forma inmediata la labor del galpón, se demuela la estructura y se prohiba el reinicio de la actividad. 

El galpón es propiedad de Agustín Rivera Martínez y María Arnobia Bocanegra Martínez. 

De acuerdo con los pobladores, tienen que padecer la proliferación de roedores, gallinaza, zancudos e insectos, como la mosca verde, lo cual perturba su tranquilidad y afecta a su salud. 

Además, en la visita llevada a cabo por la CAR se halló la cría de marranos. Y pese a que se han radicado oficios a la Inspección de Policía para que traslade la operación de los galpones a un lugar más lejano, no ha sido posible que las peticiones de la comunidad sean escuchadas. 

EL OLFATO se comunicó con Cortolima para conocer qué acciones ha efectuado con respecto a la operación del galpón y el proceso sacionatorio adelantado contra los infractrores, pero no se obtuvo respuesta.