Familia pide que entreguen el cuerpo de la mujer fallecida en incendio en el Sena
Han pasado 53 días del incendio ocurrido a las afueras del Sena de Picaleña, el cual cobró la vida de Ana Mercedes Andapiña, y a sus familiares aún no les han entregado el cuerpo para poder sepultarla.
Edwar Alexander Orjuela, hijo de la víctima, habló con EL OLFATO y señaló que han esperado cerca de dos meses y aún no han asignado un investigador para el caso.
Además, Orjuela indicó que esta larga espera les ha generado un problema psicológico en el núcleo familiar.
Sienten que no han tenido respaldo de las entidades públicas y la Fiscalía no ha sido diligente, pues el caso tuvo una connotación nacional y su progenitora fue la única víctima.
Asimismo, reveló que la familia sostuvo una reunión con la jefe jurídica de la Alcaldía, en la cual, señala el hijo, recolectaron la información del pronunciamiento técnico de los Bomberos, que aducen que la conflagración fue causada por las intervenciones de unas redes eléctricas que afectó la tubería de gas.
La familia también ha buscado las grabaciones de las cámaras de seguridad del Sena, como evidencia de las obra que se ejecutaba, pero les contestaron que no había este tipo dispositivos en el lugar. Además con los registros de la Policía, sólo los pueden obtener, a través de una orden judicial.
La sonrisa y carisma de la señora Ana se apagaron el pasado 26 de junio, cuando las llamas envolvieron la caseta que con tanto esfuerzo tenía como medio de trabajo en la comuna Nueve.
La conflagración, que fue difícil de controlar, dejó a cuatro estudiantes del Sena heridos y sin el servicio de gas natural a Ibagué por cerca de dos días.
“La Fiscalía no nos ha dado una fecha puntual respeto a la entrega del cuerpo, la última respuesta que nos dio es que faltaban unas pruebas de lofoscopia, que nos parece extraño, teniendo en cuenta las condiciones en la que falleció mi madre”, aseguró Edwar Alexander Orjuela. Ver más: (Una persona fallecida dejó incendio ocurrido en el Sena de Picaleña)
La lofoscopia es el estudio de los relieves o dibujos papilares que se localizan en los dedos, palmas de las manos y plantas de los pies de cualquier persona.
“Tenemos conocimiento de que, las obras son del Sena y que contrató las mismas a través de una contratación directa con EPM Empresas Públicas de Medellín que, realizó una subcontratación con una empresa también de Medellín, de nombre Enetel”, dijo Edwar.
La EPM le ha respondido, de manera parcial, algunos requerimientos sobre el contratista que ejecutó las obras, pero en cuanto a ese tema, no les han dado ningún tipo de respuesta.
“El sena está en una actitud, para para nuestro parecer, totalmente oscura y dilatoria, teniendo en cuenta que realizamos unas unas solicitudes de información. Desde la Dirección General de Bogotá hacen el traslado a la Regional Tolima y de aquí envían a Bogotá. Evadiendo la respuesta de fondo”, precisa Edwar.
La familia ya envió diferentes derechos de petición y hasta interpuesto acciones de tutela, ante la falta de respuesta de los entes requeridos.
La comunidad les ha brindado información
Señaló el hijo de la señora Ana que, han indagado con la comunidad que, les contó que desde finales de abril iniciaron unas obras, todos los días, incluso en horas de la noche realizaban labores de excavación y hubo una ocasión en la cual estuvieron hasta la 1:00 de la madrugada.
“Según la comunidad, no había ningún tipo de señalización de la empresa contratista que ejecutaba las obras, tampoco de señalización siso y prevención como herramientas para apagar los incendios, extintores y estanques de agua. Nada para mitigar un posible accidente, como efectivamente pasó”, dijo Edwar.
El proyecto de la obra, presuntamente tampoco se socializó con la comunidad, que contó, que los obreros estaban pasando un tubo eléctrico y en esa acción fue cuando, al parecer perforaron los ductos de gas.
“No se hicieron sondeos para ubicar las tuberías sino que, fue como a prueba y error, lo cual fue fatal para nosotros”, recordó el joven.
Otros detalles
El 26 de junio, Ana, como la conocían en el sector, estaba en la caseta junto con su nieta de ocho años de edad y habían cuatro estudiantes del Sena.
“Desde el 2019, antes de la pandemia, ella estaba instalada en ese lugar, pues trabajaba independiente vendiendo productos comestibles y bebidas”, recordó Edwar.
Las personas en el lugar empezaron a sentir un olor a gas y la señora no logró salir. Ninguna persona en el lugar prendió una mechera o algo parecido.
“Gracias a Dios la niña salió totalmente ilesa de una manera que, no sabemos cómo lo logró, porque segundos previos al hecho ella empezó a sentir el olor a gas y se empezó a alejar del sitio”, recordó el hombre.
El joven reconoce que, Andrés David Gutiérrez Flórez, quien es estudiante en formación de sistemas eléctricos del Sena y residente en el corregimiento de Payandé (San Luis), le brindó apoyo a la pequeña para que saliera del lugar.
Andrés David, tiene 18 años de edad, resultó con quemaduras en su cabeza, cuello, muñeca, mano, cadera y miembros inferiores en segundo grado, excepto tobillo y pie. Ver más: (“Nosotros somos víctimas”, directora del Sena Tolima)
La niña, hija de su hermana, tenía una relación cercana con su mamá, señala Edwar que, eran como amigas, compartían a diario. Su hermana debió dejar su trabajo en otra ciudad para regresar y cuidar de la pequeña.
Con profundo pesar recordó Edwar que, se enteró de la tragedia cuando se encontraba en la Guajira, primero le contaron que había explotado una tubería que, el incendio era incontrolable y al parecer, su mamá había quedado al interior de la caseta.
Tenía fe de que su madre se hubiera salvado, sin embargo, su papá lo llamó hacia las 8:00 de la noche de ese día y le confirmó que había muerto y era la única víctima fatal del incendio.
Ahora el esposo, su nieta y los hijos de Ana Mercedes, de 57 años de edad, quien vivía en la Arboleda del Campestre, esperan que la Fiscalía y Medicina Legal les entreguen pronto el cuerpo de la mujer para poder darle el último adiós y cerrar, y por el momento ese dolor, al no poder despedirla.