Exceso de ruido de las 'chivas rumberas' afecta el descanso de pacientes del Hospital Federico Lleras, advierte su gerente
El exceso de ruido de las 'chivas rumberas' no solo ha afectado a los habitantes de diferentes barrios de Ibagué, sino también a los pacientes y personal de la sede Limonar del Hospital Federico Lleras Acosta, ubicada entre las carreras Quinta y Sexta.
Así lo manifestó Luis Eduardo González, gerente de la entidad, a través de una carta dirigida a los secretarios de Gobierno y Salud, Óscar Berbeo y Johana Aranda respectivamente. (Ver: Alcaldía de Ibagué omite controles a las ‘chivas rumberas’ y desatiende las exigencias de Mintransporte)
"El Hospital cuenta en este momento con dos sedes, una ubicada en el sector del Limonar en plena avenida Quinta y Sexta, muy cerca a grandes centro comerciales de la ciudad, siendo este un paso obligatorio para los turistas y residentes de esta ciudad al momento de alquilar las denominadas 'chivas rumberas', las cuales sobrepasan los decibeles de ruido contemplados en el Código de Transito y en el Código de Policía y convivencia ciudadana", cita el documento.
Asimismo, indica que el sonido de la música, los gritos y las bocinas, que se han vuelto una tendencia, han provocado malestar en los pacientes que se encuentran allí. (Ver: Hasta el Secretario de Gobierno de Ibagué se queja de las bocinas de las ‘chivas rumberas’)
"Los ruidos causados por estas 'chivas', provocan interrupciones del sueño, un tiempo de recuperación más lento y una disminución de la satisfacción del paciente, teniendo en cuenta el volumen elevado de los altavoces utilizados y el ruido que ocasionan las bocinas de las mismas", señala.
Y agrega: "los hospitales son considerados lugares de reposo y recuperación, pero han sido invadidos por la contaminación sonora y llegan a ser nocivos para la salud de quienes se encuentra hospitalizados en las instalaciones".
Por esta razón, advierte que el exceso de sonido de las 'chivas' pueden ocasionar trastornos de orden fisiológico o psicológico que se puedan desencadenar en los pacientes por estos contaminantes: dolor de cabeza, estrés, fatiga y traumatismos acústicos, entre otros.
"A pesar de todo esto, el tema no ha sido abordado con la seriedad que amerita por parte de las autoridades locales frente al ruido en la sede Limonar, producto de las 'chivas rumberas'", sentencia.
Finalmente, pidió a la Administración Municipal y a los entes de control que tomen cartas en el asunto, con el fin de evitar mayores daños. (Ver: Personería de Ibagué exige a la Alcaldía controles al servicio de las chivas rumberas)