El relato de una conductora de transporte informal en Ibagué: otra manera de ganarse la vida
Juliana Garcia se levanta, desayuna, se organiza y se dispone a encender su vehículo. Así inicia su jornada laboral como conductora de transporte individual.
Este trabajo ha sido por el que han optado muchos ciudadanos de Ibagué ante el incremento de las cifras de desempleo y la falta de oportunidades laborales.
“Yo decidí empezar a trabajar en esto en un momento en que me quedé sin trabajo y, ante la complejidad de conseguir empleo en Ibagué, vi una oportunidad en empezar a prestar servicio de transporte por plataformas digitales”, expresó.
Sin embargo, para nadie es un secreto que el alquiler de vehículo con conductor ha generado diferentes discusiones nacional y localmente, debido a si es legal o no; además de la constante disputa con el servicio de taxis, el cual, según sus conductores, se ha visto altamente afectado por la presencia de esta modalidad de trabajo.
“Yo entiendo que ellos pudieran sentirse vulnerables cuando se empezó a consolidar este servicio en la ciudad, pero considero que todos debemos tener la oportunidad de trabajar en cualquiera que sea el oficio, siempre y cuando lo hagamos de manera honesta”, dijo García.
Y agregó: “si los conductores se esfuerzan por brindar un buen servicio y atención a sus clientes, independientemente de que sea en plataformas o en taxi, su labor dará frutos y no afectará a los demás. Por eso, pienso que hay que dejar tanta rivalidad entre estas personas y concentrarse más en desarrollar esta actividad de manera que no se perjudique la estabilidad económica de nadie”.
Pero, ¿cómo es trabajar siendo conductora de transporte individual? Juliana aseguró que trató de adaptar este oficio como si fuera uno común y corriente.
“Yo no salgo a trabajar todos los días a la misma hora, sin embargo, sí he tratado de cumplir con ocho horas de trabajo diario, haciendo de cuenta que estoy haciendo un turno laboral de oficina normal y tengo también una meta establecida en dinero incluyendo la gasolina”, precisó.
Asimismo, la conductora afirmó que ha obtenido una buena experiencia con los usuarios de este servicio consolidando así un grupo de clientes fieles.
“Afortunadamente he logrado tener una buena empatía con los clientes, incluso muchas veces las personas no toman el servicio por la plataforma, sino que me piden el servicio directamente, así que eso ha sido muy positivo”, expresó.
Juliana hace parte de los cientos de conductores que día a día recorren la ciudad transportando personas, quienes ven en este empleo la posibilidad de salir adelante.
“Menos mal yo contaba con el vehículo y con el apoyo de mi mamá, quien es la dueña, para así poder iniciar a trabajar y no tener la preocupación que tienen algunos compañeros, pues ellos sacaron crédito para comprar el carro y trabajan para pagarlo”, contó.
Aunque muchos ciudadanos recurren a este trabajo para dedicarse de lleno a él, aún opera de manera ilegal en el país, por lo que algunos conductores son multados por ejercer este oficio.
De hecho, de acuerdo con la Secretaría de Movilidad de Ibagué, el reporte de los comparendos impuestos a conductores que trabajan con transporte individual en los últimos tres años han sido de más de 300.
“Para el año 2020 fueron 115; en el 2021: 122 y en lo que lleva del 2022 se han generado 142 multas con más de 100 resoluciones con suspensiones y cancelaciones de licencias de conducción”, informó.
Además, se pudo establecer que los vehículos que estén registrados trabajando en este servicio solo son inmovilizados cuando el pasajero asegura que el carro en el que se transporta es de servicio ilegal.
Por otra parte, según la cartera de movilidad, en Ibagué hay 10 empresas jurídicas y 220 personas naturales encargadas de 3.061 taxis.
La redacción de EL OLFATO se comunicó con la directora de una de las empresas de taxis que opera en la ciudad para conocer su percepción ante el transporte individual por plataformas digitales, quien, inesperadamente, aseguró que tienen un pensamiento diferente con respecto a este tema.
“De alguna manera, el transporte si impacta al gremio de los taxis, pero quejarnos y entrar en discusión no es una solución. Preferimos enfocarnos en concientizar al gremio y en mejorar la calidad del servicio”, dijo.
Y agregó: “si brindamos una mejor atención, si siempre tenemos un vehículo disponible cuando el cliente lo necesita, si el carro está en óptimas condiciones, puede haber o no ilegalidad, pero los usuarios siempre recurrirán a nuestro servicio”.
Así las cosas, varios conductores esperan que estos dos sectores puedan encontrar el punto en el que funcionen armónicamente, sin rivalidades, entendiendo que personas como Juliana o cualquier otro taxista buscan un mismo fin: trabajar para ganarse la vida.