El músico que transforma vidas desde la docencia

Diego Castro, maestro del Conservatorio del Tolima, es un joven con mucho talento, apasionado por la música y la docencia.

En su experiencia ha trabajado con niños, jóvenes y adulto mayores en distintos municipios de Cundinamarca y el Tolima, demostrando que la música puede transformar vidas.

"Es una persona exigente pero  amigable, enseña con pasión y nos transmite muchas emociones en cuanto a la interpretación de instrumentos", afirmó Meiby Méndez, una de sus alumnas.

Para los estudiantes, su trayectoria y trabajo con la Banda Sinfónica en la licenciatura de música, demuestra sus cualidades como director.  

Diego es un músico instrumentista que toda su vida ha estado rodeado por el arte, ya que su mamá fue maestra de gramática musical en el Conservatorio del Tolima. 

"Allí empecé a darme cuenta qué era la música clásica. Empecé a ir a los conciertos del conservatorio y me enamoré de esto. Después estuve en grupos de música tradicional colombiana y en bandas sinfónicas", señaló Diego.

El momento que le mostró la magia de la música ocurrió en la institución donde ahora trabaja, en una presentación de la Orquesta Sinfónica Institucional, cuando "sentí que algo cambió mi vida".

Sus estudios de bachillerato los realizó en el Conservatorio del Tolima y luego dio el salto a la Universidad Nacional de Colombia donde terminó sus estudios profesionales como maestro de clarinete. 

"Me he desempeñado como director de bandas sinfónicas en los departamentos de Tolima y Cundinamarca, pero, soy un apasionado por la enseñanza", afirmó. 

El flechazo de la docencia

La docencia llegó a su vida al igual que la música pues cuando estudiaba en la Universidad Nacional tuvo la oportunidad de ser docente de clarinete en el municipio de Tocancipá. Desde ahí, en su vida siempre ha estado presente enseñar. 

"Enseñar es esa herramienta para que las personas puedan sentarse a pensar qué es lo que estamos haciendo, para generar pensamiento crítico, y que nos demos cuenta qué estamos haciendo bien y qué estamos haciendo mal en todos los aspectos de la vida", resaltó. 

Su compromiso por su oficio lo ha llevado a dedicar todo el tiempo a sus estudiantes, sabiendo que puede potenciar sus vidas a través de la inspiración. 

En la actualidad, varios de sus estudiantes del Conservatorio de Ibagué son músicos reconocidos en el extranjero y se presentan en Canadá y Estados Unidos. 

Del mismo modo, otros alumnos de su último trabajo en Fusagasugá se mudaron a Ibagué para continuar estudios en el Conservatorio de Tolima.

"Me llena de felicidad porque vuelven a sus territorios a seguir replicando lo que aprendieron y mostrándole a Ibagué que la música nos transforma", señaló el músico.