El IBAL primero solucionaría problema de agua a una constructora que a comunidad del Sur de Ibagué
La gerente del IBAL, Erika Palma, suscribió con la constructora Construservicios B&H un convenio para la construcción de una red con sistema de bombeo que garantice el suministro de agua potable al conjunto residencial Altos de Miramar, ubicado en el barrio La Florida, sur de Ibagué.
A través de este convenio, el privado asume los costos de la instalación de la red y del sistema de bombeo, además, la recuperación de la vía y andenes afectados con la intervención.
El valor de dicho convenio es por la suma de $420 millones con un plazo de ejecución de un año. (Ver documento)
No obstante, con la obra Construservicios solucionaría el problema de suministro de agua y el alto cobro que pagan los residentes del conjunto residencial por el servicio.
Lo anterior, porque la conexión se hará al tanque 'Miramar' o Tanque Sur el cual entrará en operación con la terminación de la fase II etapa II del Acueducto Complementario.
¿Favoreciendo a un privado?
Altos de Miramar es un conjunto residencial el cual consta de cuatro torres con al menos 500 apartamentos.
La licencia de construcción fue aprobada por el polémico excurador Dos, Greisman Cifuentes, quien fue cuestionado por entregar licencias 'express' para los escenarios deportivos en 2015. (Ver: Exdirectivo de Typsa dice que el curador Greisman Cifuentes habría recibido dinero de Arciniegas)
El proyecto fue viabilizado gracias a la disponibilidad dada por un integrante de la junta del acueducto del barrio Miramar, Ómar Sánchez, a pesar de que no se contaba con la capacidad administrativa, financiera y operativa para prestar el servicio a los más de 1.500 nuevos abonados.
No obstante, a través de un estudio Geoeléctrico llevado a cabo en 2017, se contempló un 'plan b' para garantizar el suministro de agua a través un pozo profundo cuya concesión fue tramitada ante Cortolima.
Todo esto en razón a que el proyecto se concibió y edificó por fuera del perímetro hidráulico del IBAL.
Los residentes del conjunto residencial se han quejado de las dificultades para acceder al servicio de agua potable, pues la solución de B&H fue emplear el pozo y construir una planta de tratamiento portable, contigua al edificio, con un sistema de bombeo, el cual está conectado a las zonas comunes del conjunto.
Este sistema incrementa el gasto de energía a los residentes del condominio que deben asumir con el pago de la administración.
La Autoridad Ambiental negó en 2019, la concesión para la explotación de las aguas subterráneas en 2.75 Litros/segundo ya que la información reportada no permitía realizar una adecuada validación de las horas diarias reales a bombear.
Además, no establecía que los casi 1.500 residentes de las tres primeras torres contarían con un caudal permanente, mucho menos para abastecer la cuarta torre, autorizada por la Curaduría en 2019.
La jugada maestra
Fuentes extraoficiales indicaron a EL OLFATO que el propósito del privado sería entregar la nueva infraestructura al IBAL y que este sea el que la administre y venda el agua en bloque a los residentes del mismo.
Sin embargo, para llevar el agua hasta allá se requiere de un sistema de impulso, es decir, de bombeo lo que indudablemente tendrá un reflejo en el incremento de la tarifa. ¿De quién?
La Ley permite al IBAL hacer el cobro sectorizado (Residentes de Altos de Miramar) o generalizado lo cual tendría un efecto en la factura de todos los usuarios suscritos a la empresa.
De esta manera, se podría 'mimetizar' el incremento del costo en la prestación del servicio por la utilización del sistema de bombeo y lo cual terminaría por 'favorecer' al constructor, quien salvaría responsabilidad al haber viabilizado un proyecto de vivienda sin tener 100% garantizado la prestación de los servicios públicos.
"La infraestructura se la cederán al IBAL y lo único que hará la empresa es poner un macromedidor en el conjunto y resuelto el problema y sí lo resuelve, por lo menos, para demostrarle a la Superintendencia, que los tiene del cuello, que ya cumplieron y es el operador el que debe terminar la infraestructura", indicó una fuente a quien se le reservará su nombre.
¿Un silencio cómplice?
EL OLFATO se comunció con la gerente del IBAL, Erika Palma, para indagar el por qué se favorecería a un constructor al permitir hacer una conexión al tanque Sur, cuyo propósito fundamental es la de entregar agua potable a las personas que se surten del líquido a través de los acueductos comunitarios.
Máxime, cuando el tanque está construido y no está en funcionamiento, pues el suministro depende de la culminación de la fase II del Acueducto Complementario y la conexión de la red desde la PTAP de La Pola.
Asimismo, con respecto a quiénes asumirán el costo del nuevo sistema de bombeo: sector o generalizado, pues el Ibal terminará por operar la red de conducción.
No obstante, como es usual, la Gerente del IBAL guardó silencio y evade dar respuesta a este medio de comunicación.
Comunidad del Sur de últimas
El tanque Sur hace parte del Acueducto Alterno que busca desde hace más de dos décadas suministrar agua potable a los 15 barrios del Sur que están por fuera de la cota de prestación del servicio del IBAL.
Sin embargo, el proyecto está sin concluir. "Esto demuestra que es una solución inmediata para un particular y no para la comunidad", cuestionó la fuente.
La comunidad del Sur debe esperar a la culminación de la fase II etapa II del Acueducto Complementario y la construcción de la planta de tratamiento de agua en Boquerón con la cual podrán obtener el servicio de forma potable y bajo gravedad, que aminora los costos de operación y en la tarifa.
Es de precisar que en 2019, extrañamente el IBAL otorgó disponibilidad hidrosanitaria al conjunto residencial.