Después de dos años, estudiantes de la I.E. José Antonio Ricaurte siguen a la deriva
A pocas semanas de acabarse el calendario escolar, padres de familia de la institución educativa José Antonio Ricaurte contaron que ya pasaron dos años desde que la infraestructura fue demolida y no ha sido reemplazada. Desde entonces, cientos de niños están distribuidos en diferentes lugares del sur de Ibagué.
Dicha institución hace parte del convenio con el Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa, FFIE, iniciativa del Gobierno Nacional que tenía por objetivo la destinación de recursos para brindar mejores condiciones estructurales.
Sin embargo, según conoció EL OLFATO ante el fallido proyecto, los menores están recibiendo clases en un colegio del barrio Divino Niño, un salón parroquial y una casa del barrio Ricaurte, circunstancias que han generado una notable reducción en la matrícula.
Algunos de los padres que dialogaron con este medio, recordaron que en su momento les explicaron que iban a remodelar el colegio, “lo tumbaron y así se quedó. A mi hijo lo enviaron para el Divino Niño, nos quedaba muy lejos por lo que pedí traslado y ahora está en el salón parroquial”, expresó una madre que pidió reservar el nombre.
Y lo último que conocieron los acudientes es que, al parecer, deben buscar un nuevo lugar porque en el salón parroquial ya no pueden seguir recibiendo a los estudiantes. Se estima que son 30 menores los que acuden allí diariamente.
De la misma forma, comentó que ante las diferentes dificultades decidió retirar al menor de la institución, pues lamentablemente no existe una sede fija.
La mujer mencionó que en Ibagué hay varios colegios que fueron demolidos y reemplazados, sin embargo, esta situación lamentablemente no se dio en el Ricaurte.
Otra madre de familia narró que tiene dos hijos de 7 y 10 años, por lo que la preocupación es mayor, coincidió en que nadie les explica claramente qué está sucediendo, ni tampoco les dan soluciones.
“Siempre tenemos que estar en colegios diferentes como arrimados porque prácticamente son sedes que no tienen nada que ver con el Ricaurte”, expuso la acudiente.
A esta situación se le adicionan algunos riesgos de seguridad que hay en el camino que se debe transitar entre los barrios Ricaurte y Divino Niño, especialmente, a las 6:00 de la mañana y a las 12:00 del mediodía. “Nosotros hemos pedido que la Policía nos haga compañía y nunca lo han hecho”, comentó la mujer.
De acuerdo con los acudientes, a las instalaciones del Divino Niño prestaron salones para los niños de primaria, mientras que los menores que cursan los grados noveno, décimo y undécimo siguen asistiendo a la I.E. José Antonio Ricaurte, pues a la par de los escombros hay algunos de los salones que no fueron demolidos.
¿Cuándo retomarán las obras?
El OLFATO en publicación del 17 de octubre informó que, según la Secretaría de Educación de Ibagué, la construcción del colegio quedaría a cargo de Findeter, para ello se cuenta con una asignación presupuestal del Gobierno Nacional cercana a los $18.000 millones. (Ver más: Para terminar nueve megacolegios en Ibagué se necesitarán $20.000 millones)
Y en indagación hecha por este medio con Findeter se conoció que aún no se ha publicado la convocatoria para contratar la obra porque está en trámite la licencia de construcción.