Denuncian demoras de atención en urgencias de la Clínica Keralty

Pacientes de la sala de urgencias de la Clínica Keralty en Ibagué denuncian que deben esperar hasta ocho horas para ser atendidos.

Así lo describió Juan Pablo Ramírez, un paciente con dengue, quien, luego de asistir a urgencias, dijo que: "Prefiero irme a morir a la casa que morir en esta sala de espera".

De acuerdo con el denunciante, asistió al servicio de urgencias para hacerse nuevamente los exámenes para controlar las plaquetas bajas por el virus. 

"Llegué a la 1:00 de la tarde a la clínica y siendo las 9:00 de la noche todavía no me habían atendido. Éramos aproximadamente 30 personas. Algunas estaban desde las 8:00 de la mañana y tampoco habían sido atendidas", expresó.

Por la situación, según cuenta el denunciante, varios pacientes, quienes esperaban ser atendidos, pidieron información sobre las demoras y les dijeron que no había suficiente personal médico.

"Había niños que llegaron a urgencias con mucho sangrado por el dengue y tampoco fueron atendidos de manera oportuna. Había tres niños en estado crítico que pasaron todo el día en el suelo de la sala de urgencias", afirmó. 

Esta situación no es aislada porque, como Juan Pablo, hace dos meses, Esteban Leguízamo, quien tenía sospecha de dengue, le dijeron que debía esperar cinco horas para ser atendido. 

"Era domingo y no atendían en Sanitas del Papayo. Entonces, toda la gente que estaba afiliada a la EPS y quería atención médica tenía que irse para Keralty. Cuando entré a urgencias, lo primero que me dicen que la atención está un poquito demoradita", recordó. 

Y agregó: "Solo pude esperar una hora porque estaba cansado. La sala de espera no es chiquita, pero tampoco es grande, y estaba testada de gente tosiendo, lamentándose, bebés llorando y se vuelve desesperante". 

Los ciudadanos que viven esta situación piden que amplíen la capacidad médica para que se pueda atender de manera más humana a quienes padecen dengue. 

"No es humano que una persona que está en urgencias, presentando molestias de salud, se quede más de cinco horas o seis horas en una sala de espera y que ni siquiera lo dejen salir a comer. Es una situación inhumana", concluyó Juan Pablo Ramírez.