Denuncia: Evadir una prueba de alcoholemia en Ibagué costaría $300.000
Los recientes accidentes de tránsito reportados en Ibagué, protagonizados por conductores en aparente estado de embriaguez, tienen un común denominador: los agentes de la Secretaría de Movilidad no les practicaron pruebas de alcoholemia ni solicitaron esos diagnósticos en las clínicas o en Medicina Legal, como lo establecen las normas.
El caso más reciente ocurrió hace tres semanas, cuando Carlos Andrés Palomino Restrepo chocó su automóvil Kía contra un poste de energía, ubicado en el separador de la avenida Mirolindo, en inmediaciones del Club Campestre. En esa zona de la ciudad son frecuentes los accidentes de personas que se pasan de tragos y les da por conducir en horas de la madrugada. (Ver: Por negligencia de las autoridades, conductor que derribó un poste en Picaleña no le fue practicada prueba de embriaguez)
Pese a la gravedad del accidente, Palomino Restrepo logró que nadie le hiciera la prueba de alcoholemia y la Secretaría de Movilidad tampoco pudo explicar las razones de este aparente descuido.
A raíz de estos hechos, que hace rato dejaron de ser simples casos aislados, EL OLFATO indagó con fuentes confiables del organismo de tránsito local, con tramitadores, vendedores de vehículos y familiares de algunos implicados en este tipo de accidentes y todas coincidieron en señalar que hay una tarifa para evadir las pruebas de alcoholemia. (Ver: Agentes de Tránsito habrían favorecido a presunto conductor ebrio que se volcó este fin de semana en Ibagué)
“Un familiar tuvo un accidente estando en estado de embriaguez y dio $300.000 para que no le hicieran la prueba”, denunció una de las fuentes. (Ver: Dejaron ir a los ebrios que amanecieron en un vehículo en la Ambalá: ¿otro caso de corrupción en Ibagué?)
Según los tramitadores consultados, la tarifa puede variar: “Si es un carro de alta gama, pues la vuelta vale un poquito más. Si la persona va sin plata, pues llaman a alguien para que traiga la plata y se lleve el carro. Unos pueden cobrar $500.000, pues la multa es como de $40 millones y les quitan la licencia por varios años”. (Ver: La historia detrás de la muerte de un vigilante en Mirolindo y la incierta prueba de embriaguez del responsable de su accidente)
El secretario de Movilidad de Ibagué, Juan Carlos Núñez, dijo que dará traslado de esta denuncia a la Oficina de Control Interno para que se adelanten las indagaciones correspondientes, pues este tipo de hechos deben esclarecerse.
¿Se acabaron los operativos de alcoholemia?
No obstante, durante la administración del alcalde Andrés Hurtado parece que se desmontaron los operativos para detectar conductores embriagados y, por el contrario, hay temporadas en las que la Alcaldía de Ibagué extiende los horarios de funcionamiento de bares y discotecas.
“Entre más horas de rumba, mayor consumo de licor y más riesgo de conductores amanecidos en las calles. Es una amenaza para la salud pública”, dijo la exprocuradora Fanny Barragán.
Años atrás, las personas que se atrevían a salir de rumba conduciendo tenían que transitar entre los barrios o vías secundarias, pero ahora lo hacen sin problema por la avenida Mirolindo, la Guabinal o la carrera Quinta porque no hay autoridad ni control.
El 'amanecedero del Aeropuerto Perales'
Prueba de la falta de vigilancia es que la glorieta del Aeropuerto Perales se convirtió en el nuevo 'amanecedero' de Ibagué.
Los fines de semana, una vez cierran los bares y las discotecas -3:00 de la mañana-, decenas de personas se dan cita en este lugar, estacionan vehículos, llevan sillas portátiles y continúan la rumba hasta al amanecer.
"Ya los vendedores ambulantes saben y venden trago, agua, bebidas energizantes, y ninguna autoridad se da por enterada", comentó un vecino de la zona.
Un reportero de esta redacción captó imágenes que dan fe de lo que ocurre en esa zona de la ciudad.