
Cuestionado contratista ejecutará obras del Parque Centenario en Ibagué
Mario Jiménez ha sido favorecido con millonarios contratos en Ibagué pese a múltiples cuestionamientos y observaciones de entes de control.

Escrito por: Adrián Vanegas
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La Alcaldía de Ibagué adjudicó este miércoles 11 de junio un contrato por $6.684 millones al Consorcio Centenario 2025 para adecuar y mejorar el Parque Centenario, uno de los espacios públicos más emblemáticos de la ciudad. (Ver Resolución)
La obra deberá ejecutarse en cinco meses, pero el anuncio encendió alarmas: el consorcio está conformado en su totalidad por el cuestionado contratista Mario Gabriel Jiménez Martínez, quien también es representante legal de Magajima S.A.S., la otra firma integrante del consorcio. Es decir, el proyecto queda bajo su control absoluto.
Jiménez no es un nombre nuevo en la contratación pública del Tolima. Su nombre figura con frecuencia en investigaciones periodísticas por presuntas irregularidades, incumplimientos, sanciones de entes de control y vínculos con exfuncionarios polémicos, como el exalcalde Luis H. Rodríguez. A pesar de ello, ha sido premiado una y otra vez con millonarias adjudicaciones, algunas de ellas en condiciones que han sido ampliamente cuestionadas por su falta de transparencia.
Un historial marcado por sanciones y contratos polémicos
La Contraloría General lo sancionó en 2017 tras un hallazgo encontrado en el contrato de emergencia para alcantarillado, en el que se halló un detrimento patrimonial de $13 millones y mala calidad de la obra.
En 2017 obtuvo un contrato con Cortolima para construir un colector en Chaparral, en medio de denuncias por presuntas irregularidades en la documentación técnica. Ese mismo año, el IBAL le intentó adjudicar contratos de emergencia, pese a sus antecedentes negativos.
En 2018, participó en el Consorcio AMR, encargado de construir el Parque Recreativo Santa Rita, obra ejecutada por Infibagué. El proyecto presentó deterioro acelerado y terminó señalado por la Contraloría por un presunto detrimento patrimonial de $143 millones. (Ver: Megaparque del barrio Santa Rita pasó de costar $4.113 millones a $5.680 millones)
Pese a los cuestionamientos, Jiménez sigue siendo beneficiado con licitaciones millonarias en el municipio. En 2018, suscribió un contrato para la pavimentación de la calle 125, en la comuna Nueve, cuya ejecución generó reclamos ciudadanos por demoras e incumplimientos que se prolongaron hasta 2019.
En 2020, junto a Adonis Bernal —otro contratista cercano al círculo de Hurtado— ganó el contrato de remodelación del estadio Manuel Murillo Toro, por $3.132 millones. La licitación fue denunciada por EL OLFATO por su falta de pluralidad y criterios técnicos laxos que favorecieron su consorcio por detalles mínimos. (Ver: Fiscalía abre indagación preliminar por licitación para remodelación del Estadio Murillo Toro)
Y en 2022, se le adjudicó la construcción del Centro de Atención y Protección Animal, o “Megacapa”, un proyecto con retrasos de más de dos años, rediseños deficientes, sobrecostos y falta de dotación funcional. (Ver: Descubren presuntas irregularidades en el pago de la interventoría del Mega Capa)
¿Otro contrato para engrosar la lista?
La adjudicación del Parque Centenario vuelve a poner en evidencia la fragilidad institucional de los sistemas de control en la contratación pública. A pesar del expediente cargado de observaciones, sanciones y alertas, Mario Jiménez sigue recibiendo recursos públicos para ejecutar proyectos clave en Ibagué.
El caso plantea una pregunta incómoda: ¿por qué la Alcaldía sigue entregando contratos a un contratista con ese prontuario? La respuesta parece estar en la continuidad de prácticas políticas que privilegian a antiguos aliados de gobiernos anteriores, como el de Luis H. Rodríguez, y en un débil sistema de evaluación de antecedentes contractuales.
La ciudadanía espera que las obras en el Parque Centenario no terminen convertidas en otro elefante blanco y que, por fin, ese espacio cultural y deportivo vuelva a ser funcional y digno para los ibaguereños.