Contratista de los Char sigue de buena racha en el Tolima: se quedó con millonario contrato de la Gobernación

No para la buena racha de un consentido contratista en Ibagué que se acaba de quedar con otro millonario contrato del Parque Deportivo.

Su nombre es Carlos Alberto Rozo Nader, excontratista de la casa Char en Barranquilla, y a quien le adjudicaron este viernes la construcción del complejo acuático por un valor de $31.186 millones, a través de una licitación de la Gobernación del Tolima.

En sus manos también está otra construcción en el mismo Parque Deportivo: el complejo de raquetas por un valor de $8.629 millones en un proceso licitatorio que adelantó la Alcaldía de Ibagué en 2021. (Ver: Contratista del exalcalde Char de Barranquilla se quedó con contrato de complejo de raquetas de Ibagué)

¡Seguimos cumpliéndole a los ibaguereños! Es un hecho, las obras del Complejo de Raquetas en el Parque Deportivo fueron adjudicadas. Este espacio albergará tres canchas de tenis, tres de squash y un área iluminada como estadio, con todos los estándares internacionales. pic.twitter.com/hRBUIqPasS

— Alcaldía de Ibagué (@Alcaldiaibague) May 9, 2021

Pero hay más. Resulta curioso que el alcalde de Ibagué, Andrés Hurtado, hubiera salido a celebrar la adjudicación del contrato del complejo acuático al contratista costeño, días antes de que la Gobernación del Tolima acabara de evaluar las propuestas y oficializara la decisión (que aún no estaba tomada).

“Me alegra informar que se adjudicó la licitación para la construcción del complejo acuático, en el Parque Deportivo de Ibagué, por parte de la Gobernación del Tolima”, manifestó Hurtado el 11 de julio a través de redes sociales.

Sin embargo, EL OLFATO consultó esa afirmación con una fuente del área contractual de la Gobernación, quien indicó lo contrario: no se había adjudicado ningún contrato y, de hecho, el proceso todavía estaba siendo sometido a evaluación. (Ver: Hurtado celebra adjudicación de millonario contrato, pero la Gobernación del Tolima niega haberlo otorgado)

“El proceso sigue en evaluación y no se ha adjudicado. Mañana (martes) se vence el plazo para la entrega de las observaciones al informe de evaluación, que es donde se revisan las propuestas presentadas por los proponentes”, dijo un funcionario ese día.

Y añadió: “según el cronograma, hay audiencia de adjudicación hasta el viernes 15 de julio”.

Entonces: ¿por qué el alcalde Hurtado se saltó los plazos establecidos por la ley y afirmó que ya había un ganador al que no se le habían acabado de revisar sus propuestas? Lo cierto es que, horas después, el mandatario borró la publicación de Facebook.

Esta historia adicionalmente tiene un origen y genera algunas alarmas entre veedurías.

A finales de 2019, Hurtado tuvo una sorpresiva reunión con el exalcalde de Barranquilla Alejandro Char, y seis meses después, aterrizó en Ibagué uno de sus contratistas: Carlos Alberto Rozo Nader, quien hoy tiene ambos contratos millonarios en el Parque Deportivo.

Para el caso del complejo acuático, hubo varios interesados que mostraron sus propuestas, pero finalmente un solo oferente se presentó a la licitación, algo que cuestionaron organismos anticorrupción.

¿La razón? En el pasado, durante la contratación de los fallidos Juegos Deportivos Nacionales de 2015, las licitaciones que montó el condenado abogado Orlando Arciniegas también contaron con un único oferente.

El único oferente para el contrato del complejo acuático de hoy fue la Unión Temporal Obras Especiales Complejo Acuático, conformada por Incobelci SAS, Hidripav Ingenieros SAS, WCC Group SAS y, por supuesto, el contratista costeño.

Ellos serán los encargados de –según la desaparecida publicación Hurtado– construir una gradería cubierta para 500 personas y tres piscinas en las que se podrá practicar polo acuático, rugby subacuático, nado sincronizado y natación.

Una de esas piscinas será de competencia olímpica con 2.5 metros de profundidad, y 50 metros de largo por 25 de ancho. Otra será de clavados y la última de calentamiento. El proyecto deberá ser entregado en seis meses. Solo el tiempo dirá si las obras logran llegar a un feliz término.