Conciertos en el Néctar Arena tienen desvelados a sus vecinos
Cientos de personas acudieron el pasado domingo al Néctar Arena para gozar de varios artistas nacionales e internacionales. Mientras ello pasaba, los residentes aledaños al escenario tuvieron que esperar hasta las 5:00 de la mañana del día siguiente para poder descansar.
De acuerdo con denuncias de los vecinos de El Poblado, Aparco y Altos de la Carolina, fueron varios los habitantes que vieron afectados sus horas de sueño por cuenta de exceso de ruido en el sector del Berlín, vía a El Totumo.
“Contarles sobre el atropello que están cometiendo contra los residentes de esta vasta zona de la ciudad con la construcción y puesta en marcha del famoso sitio Néctar Arena; es aberrante lo que han permitido las autoridades en ese sector por parte de quienes violan todas las normas ambientales de contaminación auditiva”, expuso Julio, uno de los afectados.
Y añadió: “el domingo hubo un ruido estruendoso y ensordecedor desde las 7:00 de la noche hasta la madrugada del día siguiente. No hay derecho”.
Según sostuvo el denunciante, es inconcebible que la Alcaldía de Ibagué hubiera permitido que se desarrollasen este tipo de eventos, en el entendido de que excedieron los estándares máximos de ruido permisibles de este sector, el cual, según datos de la Corporación Autónoma Regional del Tolima, Cortolima, es de ‘ruido intermedio restringido’.
A pesar de todo ello, el alcalde de Ibagué, Andrés Hurtado, sin escrúpulo alguno, había sostenido un par de días atrás que la rumba no molestaría a nadie.
“Ibagué venía reclamando este tipo de escenarios para hacer eventos de gran magnitud, en un sitio de la ciudad donde no molestamos a nadie, donde hicimos la evaluación del uso del suelo, para que fuera compatible para espectáculos”, resaltó Andrés Hurtado, alcalde de Ibagué, quien apoyó dicha evaluación.
Ante este presunto mal uso del suelo permitido por las autoridades, Leandro Vera, secretario de Planeación, sostuvo que la zona donde se encuentra el escenario está catalogada como un corredor vial suburbano. Ello, según lo establece la norma, permitiría el desarrollo de estas actividades.
Sin embargo, este reconoció la necesidad de que se haga un control al máximo de decibeles permitidos, los cuales, en este caso, corresponden a 70.
Por su parte, Henry Escobar, empresario y propietario del Néctar Arena, desestimó el sentir y malestar de varios de los residentes al asegurar que: “Hubo un problema de tráfico que debemos manejar, pero en lo que respecta al ruido, el mismo inspector de policía del totumo no reportó ninguna queja”, concluyó.