Así se vive el racionamiento de agua en la comuna Nueve de Ibagué
Los habitantes de barrios como Picaleña, Picaleñita, Santa Rita, entre otros sectores, viven desde hace meses la escasez del agua. Y aunque realizaron varias protestas para pedir soluciones, la Alcaldía de Ibagué y el Ibal tomaron la decisión de poner en marcha, desde el pasado lunes, el racionamiento del líquido en toda la ciudad.
Miembros de la comunidad aseguraron que solo reciben el líquido durante tres horas y media pero el valor de la factura llega casi igual que antes.
Gloria Mancilla, habitante del barrio, dijo que el servicio de agua es precario.
“Ahora tenemos un chorrito pero hace unos 15 días se levantaba uno y ya no había agua. Nos toca levantarnos a coger un poquito de agua para el sustento del día”.
La mujer advirtió que “lo más terrible que veo yo es el costo porque la tubería se llena de aire, la vez pasada pagué $86.000 y ayer pagué $80.000, estamos pagando el aire que coge la tubería”, dijo la mujer.
Los racionamientos comenzaron el pasado lunes 26 de febrero después de las protestas que se presentaron por la falta de agua en varios puntos de la ciudad.
“Dicha acción busca que todos los distritos hidráulicos puedan compensarse, a distintas horas, y así llevar agua a cada uno de los hogares en la ciudad. Por lo que habrá un horario especial, en el que se prestará el servicio de manera normal y otro en el que podrá tener variación o bajas presiones”, decía un comunicado de la Alcaldía de Ibagué.
Por su parte, María Inés Torres Reina, otra habitante del barrio Picaleña contó que el servicio de acueducto está disponible en su sector aproximadamente entre las 4:00 y las 7:30 de la mañana. Después de esos horarios no tiene agua en su vivienda.
“Acá tenemos el problema del agua y hace mucho tiempo, siempre por este sector, ahorita por lo menos el agua la colocan por ahí a las 4:00 de la mañana, pero no llega con fuerza, es poquita, uno ya no puede lavar y eso siempre ha sido así por este lado. En el otro lado- del barrio- uno pregunta y dicen que si les llega poquita pero llega”.
Torres relató que tiene que levantarse todos los días a las 3:30 de la mañana para recoger el agua porque durante el resto del día no hay líquido.
“Llega poquita agua por el tubo, por lo menos al segundo piso no llega. Llega para hacer de comer porque para lavar uno en la lavadora no se puede, porque el agua no es suficiente entonces nos toca lo que se pueda a mano”, dijo la mujer.
Aunque los habitantes de estos sectores se quejan porque desde hace años viven la escasez del agua, el Ibal advirtió que el fenómeno de El Niño disminuyó el caudal del río Combeima en un 30% y el de la quebrada Cay en un 40%.