Apareció una segunda víctima de los ladrones que rompen de forma silenciosa vidrios de vehículos en Ibagué
La historia se repitió. Luego de que un grupo de ladrones rompiera silenciosamente el vidrio de un vehículo frente a un restaurante en Ibagué, apareció otra víctima de la misma modalidad de robo, que le contó su relato a EL OLFATO. (Ver: Familia celebraba el cumpleaños de su hija en un restaurante mientras ladrones rompían el vidrio de su vehículo en Ibagué)
De acuerdo con Alberto Ramos, quien pidió ocultar su identidad, este también fue su drama hace dos meses cuando salía del estadio con su hijo en horas de la noche, para comer en el mismo restaurante: Presto de la calle 45 con Quinta.
"Quiero compartir este mensaje para que no le vaya a suceder a otra persona lo que me sucedió a mí", indicó Ramos.
Luego agregó: "salía con mi hijo de un partido del Tolima hace dos meses y nos dirigimos, como era costumbre, a Presto de la 45 con Quinta. Cuadramos la camioneta al frente del lugar y entramos a comer hamburguesa".
Pasaron los minutos y, confiados en sus alimentos, desconocían lo que estaba sucediendo fuera del restaurante.
"Cuando salimos –sorpresa– vimos la ventana abierta. Pero cuando nos acercamos nos dimos cuenta que en realidad no había vidrio. Lo rompieron como con una cegueta, y fue un corte limpio y perfecto, se fue el cuadrado total. Miramos y no había esquirlas de vidrio", dijo la víctima, quien no se explicó cómo no se disparó la alarma del vehículo.
Al indagar dentro del carro, él y su hijo notaron que habían hurtado un maletín deportivo, afortunadamente sin dinero en efectivo.
"Se llevaron el vidrio y un maletín que había dentro. Nos tocó irnos para la casa, con la desventaja de que tocó llamar hasta Bogotá para adquirir ese vidrio, que fue muy costoso. La inseguridad definitivamente está muy grave", concluyó.
Adicionalmente, la primera víctima (que celebraba el cumpleaños de su hija) denunció que el restaurante no contaba con cámaras de seguridad para identificar a los ladrones y su modus operandi.
EL OLFATO se dirigió hasta el lugar y comprobó que, además de eso, no cuentan con vigilancia privada que esté atenta de los vehículos.