Ibagué: una mirada hacia el futuro de la música y la cultura en la ciudad
Hablar de cultura nunca ha sido en vano en una ciudad como Ibagué, y de música mucho menos. Me atrevería a decir y sostener que llevamos más de 100 años trabajando por un legado musical que nos es autóctono y que lo llevamos en la sangre todos los ibaguereños y hasta tolimenses.
Trabajar pulso a pulso por el fortalecimiento y crecimiento de la música en Ibagué, me ha llevado a entender la magnitud de lo que esta representa para una sociedad que ha crecido en torno a la misma, que se identifica con ella, que la siente y la vive.
Un Conservatorio con una historia de más de 100 años, concursos y festivales nacionales e internacionales con más de 30, los cuales se producen desde nuestra ciudad musical. Cientos de artistas que generan espacios independientes de música de diferentes géneros que van desde la académica hasta el rap.
La cadena de valor de la música está conformada por siete eslabones: formación, creación, producción, gestión, promoción y divulgación, distribución/circulación y consumo. En Ibagué encontramos actores en todos y cada uno de ellos.
De hecho, podemos hacer lo que nos propongamos en torno a la música, pues tenemos una venta competitiva al ser considerada una de las ciudades más creativas del país.
Me emociona ver el crecimiento que ha tenido la ciudad los últimos años en torno al arte y la cultura. Me emociona saber que nuestros jóvenes talentos tienen futuro en su ciudad, esa que, en la actualidad, se está preocupando por construir procesos fortalecidos, y con ello poder entregarles un futuro prometedor, no solo para abrir camino en Colombia, sino en el mundo.
Todo debe ser construido por y para ellos, necesitamos brindar mejores oportunidades a quienes decidan ser músicos, poetas, dramaturgos, bailarines, entre otras profesiones artísticas.
Sin embargo, hay que reconocer que debemos seguir fortaleciendo los procesos; pensar en construir alianzas público privadas, incentivando la inversión en la cultura, y lo más importante: construir y educar a la ciudadanía.
Al hacer esto último, tendremos el acceso a desarrollar un modelo de generación de ingresos que dependan en su mayoría del diseño y la implementación de estrategias de marketing, las cuales eduquen a la sociedad para que entiendan el papel del artista y rompan los estereotipos construidos en torno a esta profesión.
Hay seguir trabajando por mantenernos bajo la linda armonía de la música, eso lo que debemos hacer: no politizarla, no herirla, pero si respetarla. Debemos reconocer que la música y el arte siempre estarán por encima de nosotros.
Los invito a que vayamos a los conciertos y festivales, a que apoyemos los eventos independientes y respetemos la profesión artística. Podemos poner ese granito de arena que cambiará la vida de alguien, quien, siguiendo su corazón, se dejó llevar por las expresiones más profundas y escogió el camino del arte.