"Un 24 de diciembre Dios me premió con el mejor regalo": el mensaje de la madre de Santiago Murillo por su cumpleaños
"Feliz cumpleaños mi niño", fueron las palabras con las que Sandra Milena Meneses recordó a Santiago Murillo, el joven asesinado el 1 de mayo durante el paro nacional.
Desde pequeños hemos oído hablar de los regalos de Navidad, esos que nos hacen tanta ilusión al verlos debajo de un gran árbol, pero, en el caso de Sandra, al verlo entre sus brazos.
"Un 24 de diciembre, una fecha tan especial, Dios me premió con el mejor regalo que una madre pueda recibir: mi hijo amado, el amor de mi vida", contó.
Su llegada trajo consigo la primavera, pues él fue la pieza que les faltaba a Sandra y a Miguel para completar su hogar, ese que tanto habían deseado.
"Ese hijo que a mis 20 años, con un hogar de dos años, anhelamos, deseamos y decidimos completar. Desde el momento de la noticia en el consultorio, todo fue perfecto", recordó.
Y es que Sandra vivió un instante que se hizo eterno: enterarse del embarazo de su primer hijo.
"Entré al consultorio y el médico, casi de inmediato, paralizó mi habla y todo mi ser cuando me dijo: tienes una cara de embarazada y lo vamos a comprobar", narró.
Y agregó: "temblando me acosté en la camilla. Puso el equipo en mi vientre y dijo: mira a la pantalla, ahí está, ¿ves ese punto de luz brillante ? Es su corazoncito".
Las lágrimas se apoderaron de su cuerpo. La felicidad recorría cada rincón, por donde también caminaban las ansias y los nervios.
"Pasé mi embarazo de la manera más tranquila y perfecta. Nunca sentí los malestares que suelen presentar muchas madres. Me lo disfruté siempre", dijo.
Fue así como el 24 de diciembre del 2001 nació Santiago Andrés Murillo Meneses: la prueba de amor más grande para sus padres.
"A las 5:00 de la mañana empecé a sentir contracciones suaves. Estaba a solo unas cuadras de la Clínica Minerva. Entre las 7:00 y 8:00 de la mañana decidí irme caminando al lado de mi esposo, mientras cada tanto paraba, me agachaba, tomaba aire y seguía, como me lo habían enseñado en los cursos", indicó.
En el trayecto se detuvo en una catedral, donde se tomó el tiempo de pedirle a Dios que le permitiera ser madre de forma natural y que su bebé naciera sano.
"Siendo aproximadamente las 10:45 de la mañana, nació mi ángel. Yo pensé que como en las películas lo iban a poner sobre mi pecho, pero no fue así. Apenas nació, el doctor se lo pasó a una enfermera e inmediatamente lo miré", dijo.
Luego de varios intentos por tenerlo entre sus brazos, logró darle un beso en la sien, "fue como besar terciopelo, aún lo siento en mis labios", indicó.
Santiago, quien nació con un peso de 3.500 gramos y midió 52 centímetros, creció durante 19 años ante los ojos de sus padres.
Disfrutaron de cada momento junto a él: sus primeros pasos, su primera palabra, sus gestos de amor, su sonrisa, y su forma de llenar los espacios vacíos.
Sin lugar a dudas, el mejor regalo de Sandra y Miguel fue, es y será Santiago, un ángel que adornará para siempre su árbol de Navidad.