Puerto Saldaña tiene una voz juvenil que reconstruye memoria para reparar y sanar

“Hacer memoria para construir el futuro”. Estas seis palabras pronunciadas por Luan Florentino Méndez describen la labor que este joven lleva a cabo en Puerto Saldaña, territorio que lo vio nacer, huir, y regresar para ayudar a cerrar las cicatrices que dejó el conflicto armado en esta zona del sur del Tolima. 

Durante la toma guerrillera ocurrida en este Centro Poblado de Rioblanco, en abril del año 2000, Luan y su familia corrieron para salvar sus vidas, viendo en la huida cómo la casa construida por sus padres era quemada y cómo personas de su comunidad eran asesinadas por este grupo al margen de la ley. 

Sin nada en sus manos, los Méndez Mendoza llegaron a Ibagué a empezar una nueva vida luego de la guerra. Allí, en la capital tolimense, los padres de Luan, personas dedicadas al cultivo y cuidado de la tierra, tuvieron que aprender labores como construcción, domésticas y hasta hacer empanadas para sobrevivir. 

Con el paso del tiempo, Luan fue creciendo y destacándose por su rendimiento académico en el colegio. Sus profesores, viendo el deseo del pequeño por aprender, le regalaban libros y otras cosas que iba necesitando. 

Terminado el bachillerato, el joven ingresó a la Universidad del Tolima a estudiar Comunicación Social y Periodismo. 

“Decidí estudiar esta carrera porque me gusta el cine. Yo me presenté a la Universidad Nacional pero no pude irme a estudiar allá porque no tenía los medios y tampoco tenía familia en Bogotá, entonces la carrera más parecida al cine era ésta, enfocado a narrar historias y el trabajo social”, narró Méndez Mendoza. 

Durante su carrera, las secuelas que le dejó el conflicto armado aparecieron para mostrarle que él debía aportar a hacer memoria para sanar a su pueblo. Así que decidió realizar su tesis de grado en su territorio, del que había huido cuando tenía tan solo cinco años. 

“Yo no había regresado al territorio, hasta el 2017 que fue cuando volvimos a Puerto con mi grupo de trabajo. Nunca había regresado, casi nunca había hablado de lo que nos había pasado. A los cinco años uno está en la época de captar todo y yo tenía muchos recuerdos”, relató. 

Con el apoyo de sus compañeros y su profesor de tesis, Arlovich Correa, se puso en la tarea de realizar un documental para hacer memoria. 

“Fueron cuatro semestres dedicados a hacer memoria porque es una de las formas de sanar las heridas que ha dejado la guerra. Hacer memoria para estar en paz, para hacer paz en el territorio y qué mejor manera que hacerlo a través de un audiovisual, porque yo creo que el audiovisual nos permite ver el entorno y plasmar la memoria”, puntualizó. 

Si bien en Puerto Saldaña se había realizado memoria desde las instituciones como la Policía, el Ejército y la Alcaldía, no lo habían hecho desde la comunidad, por lo tanto, decidieron que el documental solo contaría la historia de los pobladores. 

Ana Manuela Bolívar, compañera de tesis de Luan, explicó que en ese primer viaje de exploración se dieron cuenta que eran muy pocas las personas que habían retornado al pueblo y que este se encontraba en ruinas. 

“Empezamos con unas reuniones visitando a la población. Lo que hacíamos era compartir comida y hablar. Fueron muchos viajes interactuando y a raíz de todas las actividades que realizamos, la población empezó a sentir confianza y a conversar con nosotros”, señaló. 

El documental para reconstruir la memoria fue hecho a partir de la historia de una mujer que fue desplazada de su territorio y que regresa a este haciendo un ritual de sanación en torno al río, ya que este fue un actor silencioso durante el conflicto armado de Puerto Saldaña. 

No obstante, el proceso de los jóvenes no terminó con la pieza audiovisual ni con el libro digital que escribieron. “Nosotros teníamos un componente social que era que de alguna manera pudiéramos causar un impacto”, señaló Luan. 

Dicho impacto fue generado gracias a los Festivales de la Memoria, idea que surgió para revivir las fiestas que se realizaban en Puerto Saldaña antes de que los fusiles silenciaran las voces. 

“Empezamos a reactivar esas fiestas preguntándoles qué les gustaría hacer, qué espacios les gustaría tener. De ahí sale danza, música, gastronomía y un recorrido por los sitios donde más se vivió la violencia”, explicó Méndez. 

Dicho Festival se realizó en el 2019, pero debido a la pandemia de la COVID-19 no se pudo llevar a cabo entre el 2020 y el 2021. Sin embargo, este año regresará del 15 al 17 de agosto con la participación de otros municipios que vivieron el conflicto armado. 

“Entonces se va a realizar un encuentro, un festival de la paz, la idea es que visiten el territorio. Habrá una oferta artística y formativa. Todo el objetivo es hacer memoria para construir el futuro”, precisó. 

Luan, quien actualmente se desempeña como Jefe de Prensa de la Alcaldía de Rioblanco, también trabaja junto a sus compañeros en la consolidación de una Casa Museo, un espacio donde la comunidad de Puerto Saldaña pueda escuchar sus relatos, ver el documental, leer el libro digital que hace parte de la memoria colectiva y también disfrutar del arte, la literatura y la recreación. 

De esta forma, Méndez Mendoza se ha convertido en un líder social que, a través de la comunicación, busca contribuir a que en su territorio brille la paz y la reconciliación.