Música para calmar el dolor de niños con cáncer del Hospital Federico Lleras
Maracas, triángulo, xilófono, pandero, palo de agua, ukelele y una caja china se escucharon sonar en el cuarto piso de la sede El Limonar, del Hospital Federico Lleras Acosta. Los partícipes, cinco infantes diagnosticados con cáncer, quienes encontraron en la melodía de los instrumentos, una forma de disfrazar el dolor y recibir la quimioterapia.
Esta técnica denominada musicoterapia consiste en el uso adaptado de los elementos musicales, destinados a la mejora terapéutica de las condiciones de vida de las personas.
“Esa sesión es la primera que se hace. Una de mis mejores amigas es oncóloga en el Hospital y decidió invitarme para realizar la terapia”, explicó Luisa Fernanda Castañeda Clavijo, médica de la Universidad Militar Nueva Granada y magister en Musicoterapia de la Universidad Nacional.
Castañeda Clavijo señaló que hay distintas estrategias para lograr que los niños que deben asistir a quimioterapia puedan mantenerse quietos durante el tiempo que tarda el medicamento en ingresar al cuerpo del pequeño.
La más utilizada, y que no es recomendada, es el celular.
Aunque cumple con el objetivo, le suministra al niño radiación, algo que no es aconsejable por los profesionales de la salud durante este procedimiento.
La música es afín a todo y los niños no son su excepción. Según la magíster en musicoterapia, con esto se logra: tener al paciente atento en otro tipo de experiencia y producir serotonina de paz, tranquilidad y calma.
“Entonces, es un doble propósito. Tenerlo distraído, pero que también esté produciendo hormonas de tranquilidad que les permitan estar más calmados en ese momento”, precisó la doctora.
Además, las notas musicales ayudan a que la canalización sea menos tortuosa. “Empezar a tener esa experiencia musical y centrarse más en lo que están escuchando, es mejor para ellos, que estar pensando que los van a ‘chuzar’ y les va a doler”, señaló.
Durante la sesión que duró una hora y en la que participaron cinco niños, la también música tocó su flauta traversa, logrando en los pequeños sensaciones de armonía y tranquilidad, ya que sus notas se adaptaban al momento que estaban viviendo.
“Trabajamos expresión a través de los instrumentos, que identificarán qué instrumentos les gustaba más y que representarán a su mamá con uno de los que estaban tocando. Ellos dijeron: este xilófono suena como mi mamá porque mi mamá habla mucho”, contó Castaño Clavijo.
Esta intervención no farmacológica ayuda a que los pacientes tengan un sistema inmunológico preparado y permite una comunicación a través de los instrumentos.
La sesión de musicoterapia es la primera y única que se ha desarrollado en el Hospital Federico Lleras Acosta, pero esperan implementarla con frecuencia para ayudar al tratamiento de 54 niños con cáncer que son atendidos en este lugar.
Sobre la doctora Castañeda Clavijo
En su infancia y adolescencia la doctora Castañeda Clavijo estudió música. No obstante, a la hora de decir su profesión, eligió la medicina, pero siempre añoró encontrar la forma en que la medicina y la música se unieran.
Esto lo logró con su maestría en musicoterapia en donde pudo entrelazar sus dos pasiones y ayudar a sanar el cuerpo y el alma de todo aquel que lo necesite.