Manos tolimenses reconstruyen sueños y esperanzas en el Archipiélago de San Andrés

La tragedia que sacudió a San Andrés y Providencia en la madrugada del 16 de noviembre de 2020 movió fibras en el país y en todo el mundo. Fueron cerca de 1.000 familias damnificadas, las cuales perdieron sus casas cuando el huracán Iota las arrastró.

Muchos de los sueños e ilusiones de esas personas murieron aquel día. Sin embargo, hoy el panorama pinta diferente y las esperanzas de los habitantes de la isla comienzan a revivir.

Eso gracias a que constructoras de diferentes zonas del país, entre ellas el Tolima, unieron sus esfuerzos para reconstruir esas viviendas y devolverle las ganas de seguir adelante a los sanandresanos.

CDC Ingeniería y Arquitectura S.A.S. es la empresa tolimense que se solidarizó con esta región de Colombia y hoy, un año después de la catástrofe, aporta su granito de arena.

Son más de 130 trabajadores de esta compañía los que se encuentran ejecutando las obras que iniciaron en enero de este año y que esperan ser entregadas en el primer trimestre de 2022.

“Inicialmente fue difícil acoplarse al proceso, puesto que la Isla se encontraba devastada y tocó acomodar a los trabajadores en cambuches provisionales y a veces en viviendas sin techo; hoy por hoy la calidad de vida es mejor y las adversidades se han ido superando de a poco”, destacó la firma.

“Inicialmente tuvieron que acomodarse en viviendas improvisadas y posteriormente fueron habitando, en condición de arrendamiento, las viviendas que han sido reconstruidas. También es importante destacar que la empresa ha dispuesto de un chef y auxiliares de cocina para prepararles comidas equilibradas a todos sus colaboradores”, detalló.

Asimismo, explicó que hasta el Archipiélago viajó mano de obra calificada de profesionales como ingenieros, arquitectos, inspectores SST, trabajadores sociales, entre otros; y del área operativa fueron maestros, oficiales y ayudantes.

Para ellos, de acuerdo con CDC Ingeniería y Arquitectura S.A.S., lo más difícil ha sido la adaptación al lugar, al clima, a las costumbres, la alimentación, el nivel de vida y las operaciones logísticas de materiales, puesto que los mismos se trasladan a más de 800 kilómetros del continente.

Sin embargo, todo eso es compensado con la felicidad de estos ciudadanos que un día, sin esperarlo, perdieron todo lo que tenían.

“Cambiar lágrimas por sonrisas, la gratitud de ver sus sueños cumplidos con sus viviendas dignas y totalmente rehabilitadas y en mejores condiciones en cómo estaban antes. Adicional a ello para el crecimiento emocional, profesional y personal de todo el equipo que trabaja con ímpetu en la reconstrucción de la Isla, es un reconocimiento enorme el hecho de estar haciendo historia en este proyecto tan importante”, resaltó la compañía.

De eso dio fe Charlet Josni Britton Livingston, un habitante de esta población, quien manifestó que “esta isla renacerá y será uno de los lugares más llamativos en todo el mundo. Gracias a
Dios por este gran giro y atracción de Providencia. Ahora es la divina Providencia”.

Algo similar opinó Annis Natasha Robinson Stephens, otra ciudadana que allí reside, quien expresó: “pienso que será un nuevo comienzo para los Isleños tanto física y mental, porque como pueden ver la comunidad ha comenzado desde cero”.

En ese orden de ideas, la firma constructora explicó que actualmente se están elaborando los diagnósticos y ejecutando trabajos de rehabilitación y reconstrucción de viviendas tipo RP y T5, en las zonas priorizadas correspondientes a las Islas de Providencia y Santa Catalina.

En ese sentido, los diseños de las viviendas se han hecho teniendo en cuenta las necesidades de la comunidad y resaltando los elementos propios de la cultura isleña, utilizando, por ejemplo, colores y formas llamativas y novedosas.

Así, se ha logrado un avance cercano al 54%, el cual está beneficiando a más de 962 familias con el apoyo de entidades territoriales como la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Findeter, el Ministerio de Vivienda y demás constructoras del país.

“Un logro bastante importante teniendo en cuenta que, a lo largo de la historia, en zonas del país con mayor accesibilidad y mejores condiciones climáticas, las reconstrucciones han tardado más de seis años”, precisó la empresa tolimense.