Los héroes anónimos de Ibagué que no interrumpen su trabajo en la medianoche de año nuevo

Se acerca el 2022 y, con él, las reuniones familiares, el baile y la necesidad de recuperar por lo alto el tiempo perdido en pandemia. Sin embargo, hay trabajos que ni el año nuevo puede detener.

Mientras afuera suena la pólvora y la euforia, adentro de los centros de salud reina el silencio. Estos son dos testimonios desde la Clínica Tolima y el Hospital Federico Lleras de Ibagué.

“Trabajar un 31 es un deber y una misión de dedicar nuestra vida a la de otras personas en su momento más vulnerable, que es la enfermedad”, manifestó Harold Trujillo, coordinador de UCI del Hospital Federico Lleras.

Trujillo ya perdió la cuenta, pero estima que ha trabajado, eso sí, en la medianoche de más de 20 años nuevos.

“Los pacientes necesitan todo el cuidado y la atención, independientemente de la fecha y hora. Sacamos un espacio muy pequeño sobre la medianoche para las personas que están conscientes y les deseamos que la salud los acompañe en el nuevo año”, relató.

Pacientes y médicos se ven en la misma situación: extrañan sus familiares y, por eso, procuran ser, al interior de la clínica, su propia familia.

“Al final uno procura crear el ambiente familiar en el hospital. Se felicita uno con todo mundo y, quizá, así se lidia con la nostalgia”, dijo el médico de urgencias de la Clínica Tolima, Felipe Sánchez.

Y agregó: “el sacrificio cuando no se puede estar con la familia en una fecha especial es compensado por la vocación de salvar vidas. Hacia la mitad de la madrugada llegan los accidentes, las intoxicaciones y las violencias”.

El doctor Trujillo también da fe de eso, pues, de acuerdo con él, el mundo no se detiene en una festividad.

“Nos abrazamos y continuamos porque en esas fechas los accidentes no paran. Usted sabe que el alcohol mezclado con la gasolina no trae nada bueno. A veces llegan muchos pacientes. Alguna vez no hubo tiempo para descansar y tocó desayunar con la cena”, narró.

Por ahora, ambos trabajadores de la salud tienen una misión de año nuevo: trabajar de 7:00 de la noche a 7:00 de la mañana.

Sin duda alguna, reemplazar las 12 uvas de la medianoche por las 12 horas para salvar vidas, los convierte en héroes, héroes anónimos.