Joven ibaguereño montó una barbería ambulante para pagar su universidad
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Unas tijeras, una silla rimax, un espejo y unos elementos de peluquería conforman el pequeño negocio ambulante que montó un joven en Ibagué para rebuscarse la vida.
Su nombre es Daniel Vásquez, tiene 18 años y decidió iniciar este recursivo emprendimiento con el objetivo de costear sus estudios universitarios, apoyar la familia y tener independencia económica. Esta es su historia.
“Tomé la decisión de iniciar este emprendimiento porque quise hacer mi plata, con mis esfuerzos, trabajando por mi cuenta, sin depender de nadie, comprar mis cositas, pagarme la carrera en la Universidad Uniminuto, hacer algo en los tiempos libres y tener buenas experiencias”, le contó a EL OLFATO.
Así es su carácter, humilde y siempre yendo hacia delante. ¿Por qué?
Daniel ha hecho de todo, menos quedarse quieto: vendió manillas, estudió contabilidad comercial en el SENA, perfeccionó sus habilidades para la barbería en la Academia Holliday y pagó el primer semestre de Trabajo Social en la Uniminuto. Para él, servir tiene muchas formas.
“Empecé a estudiar hace un año en la Academia Holliday para perfeccionar los cortes y quiero estudiar Trabajo Social en la Uniminuto para tener una excelente carrera, proponerme tener mi propio local de barbería, hacer domicilios y colaborarles a mis padres porque me ayudaron a conseguir los estudios y los equipos”, expresó Daniel, quien muy pronto empezará a estudiar y trabaja al mismo tiempo.
El joven se ubica a las afueras del Supermercado Mercacentro 4, sobre la salida peatonal que da hacia la avenida Guabinal. Sus cortes valen $5.000, pero también ofrece el servicio de barbería a domicilio por $15.000.
“Escogí este lugar porque me llamó la atención, es muy central, sobre la avenida Guabinal, quería que la gente que pasara me viera. Además, había sombra y no se siente tanto el sol”, manifestó.
Daniel tiene dos sueños: montar su propia peluquería y comprar una motocicleta.
Aunque se mantiene alegre y humilde por el lugar donde trabaja, aseguró que cada vez quiere ofrecer un mejor servicio a sus clientes.
“Muy pronto quiero tener mi salón de barbería con todo. Conseguir los demás implementos, mis sillas, mis lámparas y espejos. También quisiera comprarme mi propia motocicleta para trasladarme a la universidad y hacer los domicilios de la barbería más rápido”, declaró.
Y todo eso lo logrará. Porque solo trabajando con el corazón la vida depara un gran destino a quienes saben esperar con paciencia.
