Ibaguereño arrebata de la violencia a jóvenes de Tumaco
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En un país, donde el cambio se encuentra en las pequeñas, pero grandes acciones, Yeisson y Marlon Torres trabajan para transformar las realidades de distintos jóvenes de Colombia.
Por medio de su escuela de fútbol, dieron hogar y entrenamiento a cinco jóvenes de Tumaco, con el objetivo de darles la posibilidad de cambiar sus vidas.
"Hacemos esto para brindarles la oportunidad de salir de una zona donde es muy grande la presencia de grupos al margen de la ley, que reclutan menores para meterlos en una guerra que no es nuestra", indicó Yeisson.
Con este propósito, han facilitado el hospedaje, la alimentación y todas aquellas herramientas que necesiten para vincularse al Club Ibagué Sports.
En los ocho años de trayectoria que posee el Club, se han dedicado la mayor parte del tiempo a formar jóvenes de Ibagué.
Sin embargo, en el transcurso de los años surgió una iniciativa que mejoraría la escuela de fútbol.
"Nació la idea de traer jugadores de otras ciudades, con el fin de que refuercen nuestros equipos y brindarles una oportunidad de salir en busca de sus sueños", recordó.
Por ello, en el año 2023 trajeron a cinco jóvenes en Tumaco, quienes se prepararan para llegar a la profesionalización en el fútbol.
"Montamos una casa hogar donde se les brinda alimentación, hospedaje y todo lo relacionado con el club, para que puedan seguir su formación deportiva y personal", agregó.
Para poder sustentar la vida de los futuros futbolistas, la escuela cobra a los padres una mensualidad para pagar el arriendo.
Aunque, Yeisson y Marlon son los encargados de sustentar la alimentación con la colaboración que reciben de personas cercanas que tienen microempresas o plazas de mercado.
"En los tiempos libres, permanecen en la casa hogar y se les colocan funciones mínimas con el fin de mantenerlos ocupados, debido a que no están estudiando", aseguró.
Asimismo, buscan que en el futuro tengan clases de matemáticas para que sigan ampliando su conocimiento cuando no entrenan fútbol.
Una vida por el fútbol
Los hermanos Torres desde niños han vivido la pasión del fútbol.
Yeisson desde los cuatro años comenzó a practicar el deporte en diferentes clubes de la ciudad de Ibagué. Hasta que a los 18 se presentó en Independiente Santa Fe y entre 10.000 personas fue seleccionado.
"Desafortunadamente, en ese entonces el fútbol era más factor económico que talento y por culpa de terceros no pude llegar a ser jugador profesional, debido a que exigían un montón de dinero por mis derechos deportivos que no pagó el club en ese momento", contó.
Del mismo modo, su hermano también practicó desde los nueve años e hizo parte de las inferiores del Club Envigado hasta los 18 años.
En el Deportivo Pasto tuvo la oportunidad de jugar un partido profesional, pero terminó su carrera de futbolista porque decidió dedicarse a sus estudios.
"Después de cierto tiempo y de haber pasado muchas cosas en mi vida, junto con mi hermano nació la idea de montar un club de fútbol. Empezamos con 40 niños y un balón. Allí comenzó nuestra historia hace ocho años", relató.
En la actualidad, el Club Ibagué Sports se encuentra bien posicionado, debido a que han tenido participaciones a nivel nacional.
"Hacemos esto por amor, por pasión y por contribuirle a la sociedad a crear jóvenes con valores y con buena enseñanza para el futuro", aseguró Yeisson.
"Creo que el futuro de nuestra sociedad está en la disciplina y en los valores que se les enseña a cada uno de los chicos. Nuestro enfoque está en formar personas que sirvan de bien y que en un mañana sean grandes profesionales", finalizó.
