Embarazo de trillizos en Ibagué fue un milagro
La urgencia empezó hacia las 11:00 de la noche, un 15 de enero, en la Clínica Keralty de Ibagué. Claudia Díaz rompió fuente, encendió las alarmas y dio inicio a unas precipitadas labores de parto: los bebés que anhelaba tener desde hace cuatro años por fin iban a nacer.
Inmediatamente un equipo de especialistas en pediatría, neonatología y cirugía empezó una carrera contra el tiempo. Sabían que los trillizos habían permanecido en el vientre de Claudia solo 31 semanas. Sabían también que eso auguraba un parto prematuro y sus vidas podrían correr peligro.
“Los bebés nacen con mínimo riesgo de complicaciones a partir de las 37 semanas . En este caso de embarazo múltiple intentamos llegar al menos a las 34. Sin embargo, tuvimos un parto de urgencia de 31 semanas”, dijo la ginecóloga de la clínica, Adriana Gómez.
De modo que, para garantizar la seguridad de Milagros, Victoria y Jerónimo, los médicos tuvieron que practicar una cesárea de urgencia a la madre y ayudar a respirar a los trillizos mediante maniobras de reanimación.
“Las maternas que vienen con un embarazo múltiple son un reto para todo el equipo médico. Tocó hacer cesárea. Los bebés ya tenían maduración pulmonar, pero los apoyamos con oxígeno y maniobras de reanimación para ayudarlos a respirar. Pudimos estabilizarlos, se los mostramos a los padres y los trasladamos a la unidad de recién nacidos”, contó el médico pediatra Carlos Mauricio Hurtado.
Una vez allá, los médicos comprobaron que Jerónimo pesó lo que una pluma: 1.200 gramos.
El promedio de un recién nacido son alrededor de 3.000 gramos. A pesar de su aparente fragilidad, Jerónimo permanece estable en una incubadora, todavía creciendo y ratificando el milagro.
Su hermana Milagros pesó 1.450 gramos y Victoria, como si su nombre fuera un presagio, pesó 1.600 gramos.
“Nosotros nos convertimos ahora en la placenta de los recién nacidos para lograr su adecuado crecimiento. A ellos hay que apoyarlos muchísimo porque entre más prematuros, mayores factores de riesgo. Así que estamos estimulando la producción de leche materna para empezar su alimentación, así como la nutrición a través de un catéter”, manifestó la pediatra neonatóloga Julieta Castro.
Los embarazos múltiples no son frecuentes y los embarazos de trillizos mucho menos, dijeron los especialistas. En los últimos años se habrán registrado unos tres o cuatro casos así en Ibagué. Este ha sido el más reciente y exitoso.
Pero no solo la supervivencia de los trillizos fue milagrosa, también la forma en que fueron concebidos.
“Los bebés fueron gestados mediante reproducción asistida. Se transfirieron tres óvulos fertilizados a la madre y los tres ‘pegaron’. Cuando se realiza esta clase de reproducción asistida, puede que solo ‘pegue’ un óvulo o ninguno. Puede que no haya éxito. Pero esta vez ‘pegaron’ los tres”, dijo Castro.
Luego agregó: “la primera vez que los padres supieron que sí se había logrado la fertilización, decidieron que una se iba a llamar Milagros, otra Victoria y el último Jerónimo, porque es bíblico, son padres muy creyentes”.
Y esa fe infinita de Claudia Díaz y Omar Botero fue la que permitió que los tres bebés llegaran al mundo, creciera su familia y se hiciera el milagro.
“Sentimos un sueño realizado, llevábamos mucho tiempo esperando tener hijos, más o menos unos cuatro años. Obviamente no esperábamos tener tres. Desde el principio sentimos mucho temor, nos preguntaban: ¿y ustedes qué van a hacer? No lo sabemos. Luchar, trabajar y seguir adelante con todos estos muchachos”, dijeron los padres con determinación.
Y cuando les preguntaron qué es lo más bonito de tener trillizos, respondieron: “que vamos a tener casi un equipo de fútbol, que vamos a ser niños otra vez”.