El hombre que encontró en la ceguera una oportunidad para mejorar su vida
En el mundo actual, la ceguera es percibida como una discapacidad y desventaja que arruina la vida de quienes la padecen, pero Jhon Avendaño demuestra todo lo contrario.
Hace más de 16 años, la vida de él cambió por completo, después de que sufriera un accidente que le quitó la vista. Aunque, cualquiera pensaría que fue un cambio negativo, Jhon lo considera un milagro.
Esta es la historia de un hombre que, a pesar de las dificultades, se ha levantado y ha tomado una postura positiva con la vida.
"Mucha gente dice que tengo un problema en mis ojos. Pero, no es un problema, es una condición desde mi punto de vista. Es una linda condición. La verdad fue lo mejor que me ha podido pasar", dijo.
Su historia
Hace 16 años, su vida cambió por completo, pues después de sufrir un accidente en moto perdió la vista.
"Duré cuatro meses en duelo. No quería saber de mi vida ni del mundo entero, pero mis dos hijos son mi motor de día a día y fueron mi motivación, pero bueno la primero soy yo", contó.
Después de cuatro meses de sentirse triste y perdido, escuchó a sus dos hijos, Eric y Jerónimo Avendaño, hablar de la tristeza que les producía por no poder jugar con su papá como los demás niños.
Para evitar convertirse en un problema para ellos, decidió darle un vuelco a su vida y no dejarse superar por la condición. Así que, comenzó a salir a hacer deporte con sus hijos y a practicar atletismo.
"En mi vida cotidiana, salgo en la madrugada a Monte Carlos, a las 4:30, a vender tinto en mi cafetería móvil. Llevo seis meses vendiendo mis productos y vivo con mi hermano, su familia y mi mamá", afirmó.
Cuando termina de trabajar, se dirige al Parque Deportivo en buseta y se encuentra con un compañero para iniciar a entrenar en la pista o en la carretera por la ciclorruta. En los meses que lleva practicando, ha logrado ocupar los primeros 10 puestos en competencias.
No existen obstáculos
Aunque para mucho, perder la visión puede ser sinónimo de perderlo todo en la vida y discapacitarse, John Avendaño supo ponerle la cara a la condición. Para él, movilizarse en la ciudad, recibir dinero, cambiar su ropa y vivir no es un obstáculo.
"Hice una paleta para hacer del cero al nueve y cuando voy a coger la buseta, lo coloco imantado, según la ruta que quiera. Entonces ya los conductores me conocen. Sé dónde quedarme y me ubico súper bien", aseguró.
Sin embargo, no todo es positivo pues ha sido una dificultad conseguir trabajo. Según él, en Colombia no hay buena oportunidad laboral, la única forma de salir adelante es por medio de un emprendimiento.
Pero, Jhon no se deja derrotar por eso y ha encontrado formas de ganarse la vida. Se encuentra aprendiendo a leer braile y al caminar en la calle, no le teme a pedir ayuda a la gente, especialmente tiene un guía llamado Carlos que lo acompaña por voluntad propia.
"La vida es muy hermosa. Uno tiene que aceptarla como viene y echar para adelante. Nada es limitación, no hay ningún impedimento para salir, solamente es mental. Sé que perdí la visión de dos ojitos, pero recuperé miles, miles de ojos por todos lados. Ya no soy invisible, la gente ya me ve", concluyó.