De vendedor de arroz con leche a consultor contable
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De trabajar como vendedor en las tiendas de CP Company, Diego Hernández ha logrado crear su propia empresa de contabilidad y convertirse en el contador de la compañía que lo recibió cuando empezaba en el mundo laboral.
Su largo camino y esfuerzo lo ha llevado a trabajar como contador de CP Company, el INPEC y en empresas de transporte y de la industria textil.
Acompañando sus éxitos, se encuentra un camino de sacrificios y trabajo duro. Como él dice, no fue fácil llegar a donde se encuentra.
"Yo llegué con mis papás hace 16 o 17 años a Ibagué porque somos desplazados por la violencia. Llegamos acá en nada, totalmente en la nada", recordó Diego.
Para sobrevivir en la capital tolimense, él vendía arroz con leche con sus padres en la Plaza de la 21 con el objetivo de que en el futuro podría ejercer en aquello que le gustaba.
Después de un tiempo en la plaza de mercado, tuvo la oportunidad conseguir trabajo como vendedor en la sede del Jordán de CP Company.
"Empecé como vendedor y administrador de punto de venta. Después, se me dio la oportunidad de estar en el área de inventarios y en el área de bodega", afirmó.
"Al estar en bodega decidí que iba a empezar a estudiar, porque esto no es para toda la vida y las oportunidades solamente se dan una vez. De hecho, recuerdo que el ingeniero de sistemas de la empresa me colaboró con el semestre", agregó.
A pesar de que la situación económica de sus padres no era la mejor, debido a que eran desplazados por la violencia, Diego luchó por su futuro con la mentalidad de siempre avanzar y recibió el apoyo de su compañero de trabajo para iniciar en sus estudios.
Mientras estudiaba tuvo la oportunidad de ser auxiliar contable, lo que permitió crear contactos con personas que en el futuro serían de mucha ayuda para su crecimiento profesional.
"Cuando me gradué, yo no tenía la oportunidad de tener una firma. De hecho, la revisora fiscal de Comfatolima me colaboró mucho con el tema de la firma y a tener relaciones comerciales con los empresarios", comentó.
En medio de su trabajo y estudio, Diego tuvo la ventaja de tener experiencia antes de graduarse, así que pudo ejercer de manera rápida.
Trabajar en distintas empresas como contador le permitió adquirir la suficiente experiencia para decidir emprender y crear su propio consultorio de contabilidad.
"Tengo mi empresa que se llama Consultoría y Asesorías Contable DIH. Cuento con cuatro empleados, nos encargamos de asesorar para requerimientos por parte de la DIAN, del municipio de Ibagué o Hacienda", dijo.
Este camino le ha permitido devolverle a sus padres aquello que hicieron por él. Les compró el apartamento que anhelaban y les dio la oportunidad de no trabajar más.
Aunque, su vida ha sido una montaña rusa, sus ganas de salir adelante y trabajo duro le han permitido alcanzar diversos logros, enseñar a su hijo sobre la disciplina y disfrutar de sus pasiones: las motos.
